Demolición (2015)
Estados Unidos
Jean-Marc Vallée
Davis Mitchell (Jake Gyllenhaal) es un exitoso ejecutivo que sufre una grave desconexión emocional tras la repentina y trágica muerte de su mujer (Heather Lind) en un accidente de coche. Aunque su suegro (Chris Cooper) intenta por todos los medios que se recupere, continúa bloqueado y se dedica a desmontar compulsivamente toda clase de objetos. Gracias a la ayuda de Karen (Naomi Watts) y de su hijo, a los que acaba de conocer, Davis empieza a reconstruir su vida
Del director de Dallas Buyers Club y Alma Salvaje, nos llega Demolición, un drama a la línea de los filmes mencionados atrás, y cuando detallo esto, trato de dar a entender que el director canadiense Vallée se siente bien rodando sobre los dramas humanos, la enfermedad, el perdón y ahora el duelo son temas que aborda de una manera consciente y con un poco de lo que yo agregaría es realismo mágico. Demolición por momentos me recordó a la maravillosa novela de Camus, El extranjero, sobre todo por el personaje principal bien interpretado por Gyllenhaal que me sigue agradando mucho su trabajo. Vallée llena el filme de poderosas imágenes y nos hace entender desde una perspectiva extraña que el duelo es una especie de transporte que tomamos de manera diferente y en tiempos diferentes. La primer hora resulta magnifica, luciendo un formalismo y una frivolidad elegante, llevando el personaje central a una especie de encuentros que nos causa curiosidad. Sin embargo el filme se va entrabando hacia el final, hasta terminar de una manera más bien ordinaria, perdiendo la gracia de esos primeros minutos, eso fue como armar una bomba que nunca exploto, claro lo malo de crearse expectativas es culpa de uno: el público. Un filme de buenos momentos, buenos personajes y un par de secuencias alucinantes. Eso sí parece que su potencial está a media máquina.