Soy fanática de Indiana Jones, he visto las tres películas anteriores muchas veces, y si las vuelvo a ver, no hay problema ya que siempre las disfruto, aún cuando todas ellas tienen su fuerte carga de fantasía y acción exagerada, tanto que Indi muchas veces ni pierde el sombrero luego de tremenda trifulca, o peor; lo recupera, las tres entregas anteriores son uno de los mejores ejemplos de cine de acción, aventura y comedia que se han filmado hasta la presente.
Pero en esta última entrega, la decepción fue grande. Un tema exageradamente fantástico, errores de historia importantes, y un ritmo en ciertos momentos cansón y aburrido. Nunca me ha sucedido que mirando una película de Indiana Jones haya mirado el reloj, me haya puesto a bostezar, o haya tenido el deseo de dormir un poquito. Pero pasó, precisamente mirando Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Como que el tiempo que se tomó para esta nueva entrega debía justificarse mejor, digo yo.
Y bueno, no siempre los cineastas que son magníficos, tipo Spielberg, nos van a brindar obras de valor, una que otra vez es normal ver un desatino en medio de muchos aciertos, pero tenía que ser con Indi precisamente? La espectativa fué grande, tanto como la decepción. Espero que la introducción de Shia LeBeouf no signifique que dentro de poco nos muestren las nuevas aventuras del hijo de Indiana Jones, creo que ya sería exagerar la cosa y estirar las posibilidades de la historia hasta los límites en los cuales lo excelente se convierte en normal, o peor aún, en mediocre. Y calificar a Spielberg como mediocre es imposible! Así que Mr. Spielberg, a ver si la dejamos ya de este tamaño, eh?