Soy un incondicional de los tebeos de Ibáñez, pero esta versión de Mortadelo y Filemón no es una buena película. Primero Eduard no es Pocino (el actor cartero de la anterior), para desgracia de la película. Eduard es un buen cómico pero en esta película es completamente inexpresivo y el guión no ayuda. Pocino era Mortadelo en carne y hueso, tenía una fuerza cómica tremenda y el doblaje de Carlos Latre hacia el resto, en cambio Eduard es el Neng vestido de Mortadelo.

Pepe Viyuela, Gavira (rompetechos), Berta Ojea (Ofelia), Janfri Topera etc. lo bordan como en la anterior. Carlos Santos (povedilla en los Hombres de Paco) también esta muy bien de malo malísimo.

El problema es el guión y los diálogos, los guionistas no han leído un tebeo de Mortadelo y Filemon en la vida y no han captado el peculiar el humor ibérico de Ibáñez, no es que Fesser hiciera en la película La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón una segunda parte de El Milagro de P. Tinto, sino que el humor de Fesser es una versión que se ha alimentado del humor celtibero de Ibáñez. Y sin embargo este humor me ha decepcionado, no es celtibero, no es Ibañez es muy poquita cosa, muy na´, muy caquita, muy “modelno“, “mu´ flojito” ( bush, torquemada etc.).

Lo que no entiendo es como un productor de la experiencia de Tedy Villalba se ha metido en este fiasco, a esta película sobra más de la mitad del presupuesto, que derroche.

De todas formas y a pesar de lo floja que es, yo recomiendo que se vaya al cine a verla, tiene a favor que con el pedazo de presupuesto que tiene sabe recoger muy bien la ambientación de los tebeos de Ibáñez (no desde luego el humor que se echa en falta), no tiene nada ofensivo para la infancia (tal y como esta el cine ahora es de agradecer), es cien veces mejor que engendros foráneos como la “jodia” brujula de oro y otras pestes, y se aprecia el enorme esfuerzo de rodaje, pero que lastima que toro tan maravilloso se le ha ido vivo a Miguel Bardem.

Echemos una mano al cine español, seamos indulgentes, que hace un mes que ha sido Navidad, vayamos con los hijos y con los amigos a verla, que con mucho menos llenan los cines bodrios de Hollywood y de castigo a los guionistas que se lean cien tebeos de Ibáñez.