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España España · ciudad real
Voto de angel:
8
Drama Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
11 de abril de 2017
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'Cuando eres joven y miras al futuro, lo haces con una lente de aumento, se ve más cerca de lo que piensas. Cuando se es viejo miras al pasado y se ve mucho más lejano de lo que imaginas' Así resume Harvey Keitel lo que supone para él el paradigma de las edades y lo hace en un marco de una belleza apabullante, virtual y real: los Alpes suizos y la película Juventud de Paolo Sorrentino. La película no posee el desbocado ritmo de La gran belleza, pero no lo precisa. Todo transcurre al paso de quienes viven la realidad del balneario, los masajes a mano lenta y el tranquillo mecerse de las aguas termales. En ese contexto se dibuja una historia de amistad trasnochada en donde los recuerdos, como no puede ser de otro modo, son las únicas realidades y donde el transcurrir de los días son los verdaderos fantasmas que acompañan la dichosa tercera edad. Y la juventud? Pues eso, la juventud son las manos de la masajista, la belleza de la miss universo y el testigo del niño zurdo que comienza a tocar el violín ayudado por el maestro, un Michael Cain soberbio, voluntariamente apático y que sirve de eje vertebrador de los acontecimientos en el hotel de ensueño. Si en la Gran Belleza había un homenaje a la Dolce Vita, aquí, lógicamente lo hay a 8 y 1/2. Un ocho y medio senil, hipermaduro y en donde la mayor preocupación es el uso de la vejiga urinaria. La película me encantó, me gustó mucho cómo el director transforma las escenas en pequeños vídeos musicales , los planos abiertos y los diálogos inteligentes, pero sencillos, ya que como cita Stravinsky, los intelectuales no tienen buen gusto.
Ahhhh, para terminar, Jane Fonda hace un papel irreconocible que tuve que buscar para cerciorarme. Una película que me deja un recuerdo imborrable, una fascinante amalgama de sabores, un agridulce sentimiento, un pastelillo de arroz y una sopa de régimen. Me encanta.
angel
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