Cuando empecé a verla imaginaba que iba a ser una película difícil de ver, sobre todo porque hay algunas escenas que se hacen interminables, pero en el momento en el que Robert Redford cobra mayor protagonismo, la película gana mucho más, y no porque me haya vuelto homosexual(que no lo soy) sino que demuestra que es uno de los mayores galanes que ha dado la Historia del cine.

La historia de un amor imposible en territorio africano nunca se había originado, además de estar envuelta en una de las mejores bandas sonora que se han creado y que nunca ha podido ser copiada, y tener la mejor fotografía que se haya visto en un film en mucho tiempo, sin retoques hechos por ordenador. Meryl Streep está estupenda, al igual que Klaus Maria Brandauer, el cual interpreta a un antagonista que hace sufrir a la heroína pero consigue caernos incluso bien.

En conclusión, una de las mejores películas de los 80.