¿Qué es la señal más allá de sus efectos?

Para alguien como yo fan de la ciencia ficción, «La Señal» viene tachonada de estrellitas (y no solo por los protagonistas) que hacen que me haya atraído a ella como una mosca a una luz ultravioleta. Esas estrellitas son varios puntos que han hecho que solo por eso pueda subir la nota a esta cinta. Ciencia ficción, lo que parece un argumento original, algún buen momento e interesante giro argumental, junto con unas buenas escenas gráficas.

La cinta, con un argumento sencillo, danza con el ocultamiento de parte de la trama haciendo así que te preguntes qué es lo que está pasando, pero luego no se resuelve de una forma satisfactoria o al menos no tanta como uno podría desear. Casi como un fenómeno Lindelof, donde dejan migas de pequeñas pistas, o en este caso la ausencia de ellas, creen hacer que la pelicula avance satisfactoriamente. Pero no es el caso. Una historia simple que solo va guíandose por el camino gracias a la consecución de escenas casi soporíferas y manídas. Que este último adjetivo no tiene que ser malo ya que una buena historia puede haberse escrito miles de veces, lo importante es cómo se cuenta.

Como no podíamos dudar, el apartado gráfico es el que destaca y el envoltiorio es lo que más atrae a la mosca. El director, ya en su anterior, cinta jugaba con las mismas fichas creando otra historia de ciencia ficción. Y eso es lo que hace que la película avance, el poder ver esos efectos, bien jugados con ellos por cierto, mezclados con la leve historia del argumento.

¿Qué podemos decir del argumento? Una sencilla frase:

"Dos amigos y la novia de este van en busca de un contacto porque han pirateado un sistema y la reunión es en un sitio apartado. Allí, a su llegada, ocurre algo que no podían imaginar."

Con este trillado momento, nos metemos en una historai que como vengo diciendo avanza de forma lenta y escamosa, donde las escenas parecen querer dar misterio pero lo que dan es aburrimiento.

Las actuaciones se convierten en meros primeros intentos de actuar. Laurence «Morfeo» Fishburne hace el papel de siempre, añadiendo a sus carrera otra cinta más de cienca ficción entre temporadas de «Hannibal». El chico protagonista, no sabe ni donde está ni que hacer, como los espectadores, contándonos casi su viaje iniciático a un cambio en su vida. Su novia, la joven enferma de «Motel Bates» es más como una companion, a lo Doctor Who, insulsa que solo está ahí porque tiene que haber alguien para hacer que el protagonista pueda cambiar su vida. Casi hasta podían habérsela comido un cocodrilo que ni nos enteraríamos. Y no digamos del amigo listillo, el siempre amigo que por supuesto tiene que ser el mejor amigo del protagonista nerd, cerebrito, freaky como deseéis llamarlo. Apenas se ve su actuación saliendo de los parámetros mostrados. Sirviendo para lucir la chapa el protagonista.
A parte de algún, en mi parte, momento original la cinta va cayendo en un agujero que la hace alargarse más de lo necesario, casi hasta en una hora podría haberse contado todo.

En fín, si no tienes nada que ver y eres fan de la ciencia ficción y te dejas atrapar por el trailer o el cartel muy al estilo 2001 pero sin tener que ver nada, recomiendo esta película para un momento tonto.

Al final lo que sacas de esta película es como el ruido blanco –aquellas «hormiguitas» que danzaban en la pantalla del televisión antes de ser sustituido por lo digital– hay algo en ella que te hace seguir fijándote sin saber porqué pero al final todo no sirve para nada.