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Voto de claquetabitacora:
4
Aventuras. Drama En el invierno de 1820, Owen Chase (Hemsworth) y otros marineros de la tripulación del Essex sobrevivieron en alta mar en durísimas condiciones después de que el barco chocara con una enorme ballena blanca. Owen, obsesionado con la idea de dar caza al cetáceo, se enfrentó a las tormentas, al hambre y a la desesperación. Inspirada en la historia real en la que se basó Herman Melville para escribir el famoso relato 'Moby Dick'. (FILMAFFINITY) [+]
6 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Ya no se hacen películas de aventuras como las de antes! No es una frase nueva pero sí muy recurrente cuando uno se encuentra con casos donde la sensación es de que hay más medios a la hora de invertir en un diseño de producción efectivo pero por otra parte no se consigue llegar a alcanzar ese aspecto tan básico como es el disfrutar, a secas. “En el corazón del mar” está basada en la obra del mismo título escrita por Nathaniel Philbrick y allí se narraba las vivencias de un grupo de marinos en el barco ballenero Essex y lo que aconteció, a modo de cuaderno de supervivencia, donde los marineros, aparte de enfrentarse a una ballena blanca con ansias de aniquilar a todo marino que se encontrase, tuvieron que sufrir las penalidades de naufragar, sufrir hambre, sed, padecer canibalismo para mantenerse con vida y luchar por sobrevivir hasta lo indecible. Lógicamente, Herman Melville haría suya esta historia para reconvertirla en una epopeya más drástica, aventurera, fantástica y esencial donde el hombre se enfrentaba a la bestia, a la propia naturaleza en sí, para dar vida a una obra atemporal titulada “Moby Dick”. Como suele suceder en muchos casos la obra literaria del propio Melville es la que quedaría para siempre en la memoria colectiva. Incluso tendría su propia versión cinematográfica allá en 1956 de la mano del mismísimo John Huston.

Ron Howard, niño mimado de Hollywood durante mucho tiempo (la década de los 80 y 90 pueden dar razón de ello) ha sido el encargado de darle forma a la obra de Philbrick y narrar, de la forma más académica posible e intentando ser lo más minucioso posible, toda esa odisea e intentar dejar a un lado el tono de aventuras ligeras y centrarse más en los miedos, temores, dudas, valentías y acciones del ser humano frente a la adversidad. Si bien es cierto que la ballena blanca aparece y desaparece en un tono tenebroso como si de un monstruo se tratase, como si fuese la representación vengadora de la propia naturaleza ante la voraz y empedernida vena consumista del ser humano, “En el corazón del mar” está más enfocada en la parte menos llamativa y prefiere colocar el objetivo en la parte más humana, menos fantástica. Sin ir más lejos todos los episodios que representan la aparición y ataque del animal podrían incluso considerarse casi una imposición más que una razón en sí de la propia película.

No olvidemos que Howard siempre ha rodado con el ojo puesto en la estatuilla dorada y si esa no ha sido su intención no lo ha sabido disimular bien. Uno mira su filmografía y la gran mayoría de sus títulos están puestos al servicio de actuaciones solemnes, situaciones rodadas con un tono serio, una puesta en escena sin alardes técnicos que puedan confundir las intenciones y mucho menos alejarse de presentarse como algo del gusto del nominadores de categorías en la lista de premios. Y eso, por desgracia, le pasa una factura considerable. Una película se tiene que defender sola, jamás debería considerarse hija, discípula, heredera o deudora de casos anteriores. Pero es imposible, por mucho que uno lo intente, no rememorar un caso concreto: “Master and commander” de Peter Weir, del 2003. Precisamente la gran ninguneada en los premios de la Academia de aquellos años pero un excelente ejemplo de cómo conjugar solemnidad con aventura siendo todo un referente al respecto.

Lo que aquí se expone está todo narrado con una seriedad tan fuerte que por desgracia queda en una especie de diario episódico desprovisto de ritmo. Eso es algo que la película no puede esconder o dejar de lado. Las aventuras o las desgracias acontecidas no cambian en ningún momento el tono. Es todo muy monocorde, sin altibajos a pesar de sufrir un caudal de penurias. Aburrida que dirían muchos. A esto hay que añadirle otro elemento importante: la poca (o nula) carisma con la que cuentan los actores. Chris Hemsworth ya había trabajado con Ron Howard en “Rush” (2013). Pero a pesar de ser un actor con cierta fama en la gran meca de Hollywood esta se debe, ni más ni menos, que a su único rol reconocible: Thor. Fuera de ese nombre su currículum está cargado de varios títulos que no han cosechado gran éxito en taquilla. Su presencia es interesante pero no logra llevar a buen puerto (nunca mejor dicho) su personaje, el protagonista de la función, demostrando que a veces las dotes interpretativas son difíciles de controlar para según qué roles. Y con su Owen Chase, aunque pudiera estar a la altura de las circunstancias acontecidas en la película, no demuestra ser un actor bien elegido.

Tan sólo hay que contemplar que todo está narrado de forma mecánica, sin apenas alarde interpretativo y da igual si es enfrentándose al cetáceo o a un naufragio que todo está expuesto con el mismo tono, algo que desde luego le pasa una factura insalvable. Tampoco el resto del elenco soluciona la papeleta. De ahí que cualquier personaje y actor es prescindible y por extraño que parezca tan sólo un actor de la talla de Brendan Gleeson, como uno de los supervivientes de la odisea y narrador de la historia, es quien da las mejores escenas y las mejores interpretaciones ¡sentado en una silla y casi mirando a cámara!. Dos horas (largas) de metraje muy irregular y ante todo despojado de la aventura que tanto prodigaba la maquinaria de publicidad. Porque el drama que contiene no llega, no causa el más mínimo sobresalto emocional. Es imposible empatizar con situaciones tan duras como el listado de penurias sufridas cuando los actores (y el director) nunca logran transmitir su propósito. No por lo que narran sino por cómo lo narran. Lo que suele decirse la forma supera al fondo.

- continúa en spoiler -
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
claquetabitacora
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