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Voto de claquetabitacora:
4
Bélico. Acción. Thriller El 11 de septiembre de 2012, en el aniversario de los ataques terroristas a las Torres Gemelas y al Pentágono, un grupo de milicianos islamistas atentaron contra el consulado estadounidense y un anexo cercano de la CIA en Bengasi, Libia. Un equipo de seis miembros de Operaciones Especiales de Estados Unidos fue enviado para rescatar a los supervivientes. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
[...] Tristemente, “13 horas: los soldados secretos de Bengasi”, por mucho que se pueda percibir quien maneja la cámara y quien impone sus reglas en el juego, resulta cuanto menos un producto completamente desdibujado y poco atractivo. Para ponernos en situación nos encontramos en uno de los episodios de la historia actual que si bien es cierto puede que no tuviera tanto bombo como otros sucesos sí que es cierto que fue uno de los momentos más tensos vividos por soldados americanos en territorio hostil [...]. Bay decide recurrir a actores poco conocidos siendo James Badge Dale y John Krasinski los que abanderan el grupo para así, de esta forma, darle esa sensación de cercanía y hacer que los espectadores se impliquen con los personajes más por sus historias que por su afinidad con los actores que los interpretan. En ese aspecto la proeza heroica se recibe con gusto pero hay que saber manejar la situación, más aún cuando estamos hablando de una batalla donde lo que impera son las historias humanas, los familiares que les rodean y cómo se implican los soldados entre unos y otros para recibir el apoyo, la fuerza y la amistad y así convertirse, todos juntos, en una familia. Tristemente el director nunca ha sido pródigo en conseguir los matices necesarios en el género del drama. Le viene muy grande.

Si ya en “Pearl Harbor”, que es el único caso donde podía verse ese sobre esfuerzo enfocado a las emociones implícitas, caía en más de una ocasión en el patetismo y en la comedia involuntaria, aquí, en estas 13 horas, todo resulta insustancial, no logramos conectar con apenas ningún personaje por mucho que veamos que son padres, que tienen esposas, amigos, hijos y familiares al otro lado del mundo y que los vemos a través de la pantalla del ordenador como único medio de contacto. No hay nada que haga que nos impliquemos. Los diálogos son abultados, en muchos casos bufos, sin los matices necesarios para resultar inspiradores o atractivos [...]. Bay rueda de forma plana y sin apenas atractivo todas las escenas donde los soldados se relajan y pasan de ser combatientes a personas anónimas que viven, que tienen familias, problemas, miedos, temores pero que siguen sirviendo a su país como siempre han hecho aunque podría decirse que por primera vez el director deja a un lado el héroe convertido en personaje de acción y deja aflorar al hombre que se encuentra detrás de cada soldado. Con una duración excesiva que no ayuda, la historia va avanzando a trompicones, sin mucho acierto pues las escenas de despachos poco o nada importan al igual que las batallas dialécticas entre los soldados y el jefe de mando son aburridas. Huelga decir que este personaje no tiene matices, tan sólo escupe sus frases cual juego de memorización para no llegar a nada más. Aparece, suelta sus diálogos y se va [...].

Aún estando basada en hechos reales Michael Bay está mucho más interesado en la parte técnica, en la pirotecnia que siempre ha primado e imperado en todas sus películas. Podría decirse que, así como los efectos especiales son los que deben estar al servicio de la historia, en la filmografía del director sucede al revés: son los actores los que están para uso y disfrute de la parte técnica. La forma por encima del fondo en todo momento. Una vez dejamos atrás toda la parte previa al ataque y nos adentramos en la batalla pura y dura se desata un espectáculo de fuego, explosiones, tiros, muertos y muerte al mismo tiempo que demuestra cuanto ama y disfruta el director todo lo que representa la escafandra de un film. La segunda mitad la película se despoja de toda la parte humana para adentrarse en la guerra pura y dura. Una vez más el enemigo será presentado como una masa enfurecida, indefinida, sin rostros conocidos identificables y que son presentados como un enemigo sin apenas matices más allá del odio hacia los soldados que son considerados invasores. En ningún momento vemos a los integrantes del bando contrario más allá de algún líder pero apenas centra la cámara el objetivo en sus motivos y acciones. En ese aspecto todo está reducido a un par de escenas sueltas y desperdigadas [...].

No hay ninguna duda que Michael Bay se inspira o bebe de títulos recientes como “Black Hawk derribado” (Ridley Scott, 2001) de la cual intenta conseguir la puesta en escena vibrante y adrenalítica de encontrarse en territorio enemigo sin tener la seguridad de sobrevivir ante un ataque tan indiscriminado o “En tierra hostil” (2008) y “La noche más oscura” (2012), ambas de Katheryn Bigelow de las cuales intenta lograr la tensión agresiva de la puesta en escena de una directora que en género de acción sigue siendo uno de los grandes referentes al respecto. Aún reconociéndose el esfuerzo de implantar el estilo de esas películas en “13 horas: los soldados secretos de Bengasi” en ninguno de los casos resulta bien parado. Tanto Scott como Bigelow, cada uno en lo suyo, resultan eficaces en sumo grado, dominan el tempo, el montaje, la dirección y ante todo la sensación de peligro constante, haciendo partícipe en todo momento tanto a los personajes como al espectador de ese peligro que se esconde tras cada esquina logrando que se conviertan, en cierta medida, en películas de un cine casi documental, donde cada escena podría ser una clase magistral de cómo conseguir aunar realidad con espectáculo. Aquí, a pesar de haber algunos instantes logrados en medio del fragor de la guerra, no hay apenas empaque ni coherencia, todo va por caminos distintos sin un resultado satisfactorio. Tristemente, dado el exceso por el exceso, la planicie toma forma. Tampoco quiero decir que la película sea aburrida en todo su conjunto pues todo cuanto sucede está en pleno movimiento y no hay ni un solo segundo donde la cámara esté quieta. Hacerlo así es una forma de contrarrestar la calma tensa de la primera parte.

- continúa en spoiler -
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
claquetabitacora
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