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Voto de claquetabitacora:
4
Comedia. Acción Ambientada en Los Ángeles durante los años 70. El detective Holland March (Ryan Gosling) y el matón a sueldo Jackson Healy (Russell Crowe) se ven obligados a colaborar para resolver varios casos: la desaparición de una joven, la muerte de una estrella porno y una conspiración criminal que llega hasta las altas esferas. (FILMAFFINITY)
28 de septiembre de 2016
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
[...] “Dos buenos tipos” podría decirse que intenta recuperar aquellas maneras tan consagradas de las buddy movies ochenteras (y noventeras) pero emplazándolo todo una década (o dos) anterior a las películas que hicieron de él un gurú con renombre en Hollywood. Todo está colocado en la década de los 70, ya casi al final. Todo es decadente, la ciudad es un caldo de cultivo podrido que sirve de cuna a la pobreza, a la decadencia moral y que van a parar en brazos del cine experimental, más conocido como cine X [...] Está claro que esto es carne para una investigación privada porque al igual que la ciudad aquí algo huele muy mal. Mientras tanto Black decide presentar, cada uno a su estilo, a los dos personajes protagonistas. Uno es Holland March, un investigador privado extremadamente patético que se gana la vida estafando a señoras mayores (y un poco seniles) aún sabiendo que no está bien. Ryan Gosling encarna aquí el papel de un auténtico loser, un perdedor (des)encantado de conocerse, viudo y que tiene una hija preadolescente a su cargo. Ella está interpretada por Angourie Rice y durante todo el metraje se convierte en la voz de la conciencia de su padre, en la única que tiene algo de sentido común y que por derecho propio es la más inteligente.

El otro compañero es Jackson Healy. Un matón de medio pelo que al mejor postor vigila y protege a jovencitas de gente que intenta abusar de ellas. Parco en palabras, rudo en acciones. Sus puños hablan siempre por él y no duda en ningún instante en dejarles hacer su trabajo. Porque se le da bien, se le da muy bien. Russell Crowe es un auténtico badass que disfruta con su trabajo. No le importa estar solo, le da igual no tener una familia que le espere en casa. Él se debe a su causa y mientras le paguen por ello así seguirá. Podría decirse que los personajes de March y Healy son antagonistas, no se parecen en nada pero como suele decirse los polos opuestos se atraen porque a fin de cuentas son las dos caras de una misma moneda. El primero es un ser patético, en todos los sentidos. Sufre, se golpea, llora, gimotea, hay momentos que parece la viva reencarnación de un Inspector Clouseau de extrarradio que golpea ventanas para allanar viviendas en busca de pistas y con los cristales se corta el puño, tal cual. Llega a tal punto que uno puede tener la sensación de ver a Peter Sellers y Gene Wilder en un mismo personaje [...].

Por el contrario, el segundo es el auténtico ser confiado, decidido, seguro de sí mismo, una mole cuatro por cuatro que sabe que su trabajo no es el mejor del mundo, que los hay mejores, quizás más honrados, pero si no lo hace él lo hará otro y mientras le paguen por ello no hay nada que le impida desarrollarlo. Crowe, que en su momento fue uno de los hombres más deseados por su varonil fisonomía y su mirada fría, aquí se antoja un hombre entrado en años y más aún en vivencias, cuyo cuerpo no representa al héroe de Hollywood (y tampoco lo pretende). Aquí se trata, en todo momento, de representar los bajos fondos de una ciudad casi sin ley y en ese aspecto resulta caballo ganador. Una vez conocemos los roles antagónicos llega el momento en que las vidas de ambos se cruzarán, por circunstancias casuales o si me apuran casi por necesidad. March, en una de sus investigaciones, va en busca de una chica desaparecida llamada Amelia. Ella podría ser una parte importante del caso. Pues bien, Healy aparecerá en escena para romperle el brazo, como advertencia de que debe abandonar su investigación. Sin más. Así es como él hace las cosas [...].

Tristemente hay un problema de base y es que la película no es tan cómica como pudiera parecer, ni tan siquiera estamos ante un filme de carcajada [...]. No es problema de los actores quienes, sobre todo Gosling, se esfuerzan en conseguir provocar la sonrisa partícipe del espectador y puede decirse, sin miedo a equivocarse, que forzar una máquina a base de gags fuera de juego resulta poco menos que decepcionante. Sí, claro que hay compadreo y más aún entre dos personajes que son polos opuestos pero que se compenetran muy bien [...]. También el personaje de Haley llega a ser la parte ruda, dura, inquebrantable y en cierto sentido la que protegerá al niño grande que todos vemos. Porque una vez lleguen a compartir aventuras, una vez decidan ir en el mismo camino, la película se transformará en un thriller que intenta ir de sórdido pero a medida que avanzan en investigaciones y pesquisas se torna descafeinado, aguado y no tan atractivo como pudiera parecer. Razones hay para llegar a esa conclusión.

“Dos buenos tipos” es una película emplazada en una época donde a partir de una ambientación más o menos lograda de los 70, aquí se muestran las luces de neón, las bambalinas, la música disco, los clubs privados, la ropa kitsch, la pornografía experimental sólo que en muy esporádicas ocasiones y sin ser el centro de la trama, más como émulo de una sociedad muy ajena a la inocencia americana de décadas anteriores que como reclamo, todo expuesto y emplazado en una América nada halagüeña, donde el sueño hippie va quedando en el ostracismo mientras el capitalismo emerge sin dar cancha. Visto desde una perspectiva puramente cinematográfica, uno tiene la sensación de que la obra de Shane Black es un intento de hacer accesible lo que contó Paul Thomas Anderson en “Puro vicio” (2014). Aquel título era ambiguo, espeso, casi encriptado, extremadamente irritante y para nada atractivo, que dejaba al espectador en un estado nada agradecido por no saber (ni comprender) qué estaba pasando realmente ni qué le estaban contando. Aquí es como si el director de “Kiss Kiss Bang Bang” (2005) desmenuzara la rocambolesca viciada de Anderson y la ensamblara un guión algo más confuso de lo que pueda parecer y sin ser tan directo como intenta aparentar pero más sencillo en su resolutiva [...].

- continúa en spoiler -
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
claquetabitacora
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