Lamentable filme en todos los aspectos. La primera sección es cursi, relamida, las escenas de guerra no pasan de correctas y el seguimiento de las mujeres de los militares es sentimentaloide y melodramático. Pero lo más chocante y desagradable es la presencia de la religión (oraciones, iglesias, bendiciones) a lo largo de la película, que la hace parecer más una vida de santo que una película de guerra.
Los actores, pasables, incluso Gibson queda flojo. La peor, una artificial Madeleine Stowe, avenjentada, o recauchutada, o las dos cosas, que no encaja en el contexto, parece una modelo entrada en años haciendo de ama de casa, quedando algo bastante disonante.
Y además, que es aburrida.
Mal, fatal, una pérdida de tiempo. Basura.