Aquí Spielberg ya se había amariconado, conviertiendose en un defensor a ultranza de historias en que la familia es indisoluble ni tan solo con una invasión alienígena de por medio. Y abandonando la crudeza de películas anteriores. Sí, el que tuvo retuvo y esto tampoco es Disney, pero tampoco es...yo que se, Tiburón.
El temita familiar hace ridículos varios momentos y se carga la verosimilitud. Porque ante la ciencia ficción podemos aceptar y aceptamos cualquier detalle de tecnología alienígena indistinguible de la magia, pero no los milagros. Hay límites.
Por otra parte, mantiene el interés y no se hace lenta, lo que se agradece. Cruise siempre es efectivo, y el papel de Fanning es una de las mejores interpretaciones infantiles que se pueden ver. Los efectos están bien, especialmente algunos de sonido. El trompetazo marciano es maravilloso.

Visible y hasta entretenida, una buena serie B, pero cae en la cursilería con la protección fanática de la familia que hace Spielberg. Es una especie de pulp conservador, lo que da mucha risa. Bueno no, da pena.