El británico Joe Wright es el curioso director de Hanna, cinta de acción que rompe con el cine de qualité que hasta ahora había practicado (Orgullo y Prejuicio, Expiación) y que le acerca a un cine más dedicado a las grandes audiencias, posiblemente tratando de redimirse después del batacazo crítico y comercial de su último film, El Solista. En realidad, aunque Hanna sea vendida como un largometraje del citado género (y sí, hay escenas de acción), se trata más bien de un drama, por lo que no se puede decir que Wright se aleje tanto de la clase de cine que le ha dado a conocer.

Hanna (Saorsie Ronan) es una joven criada en la nieve por su padre Erik (Eric Bana), adiestrada como un soldado y toda clase de disciplinas belicosas e idiomas, que decide que es momento de conocer mundo, aunque ello supone tener que enfrentarse a Marissa (Cate Blanchett), una agente de la CIA que tiene algo en su contra y en la de su progenitor. Hanna emprenderá un viaje camino de Alemania para encontrarse con su propio padre, que pretende que la niña se deje atrapar para que cara a cara acabe con Marissa. En el viaje, que le llevará de Marruecos a Berlín, Hanna llegará a conocerse mejor a sí misma y los motivos por los que la CIA quiere acabar con ella y su padre.

El mayor problema que reside en Hanna es que su introducción (Hanna en la nieve, la escapada de Hanna) promete mucho y después todo se acaba diluyendo en el más profundo de los aburrimientos hasta su desenlace y final, especialmente desde el momento en que Hanna se embarca en un viaje en caravana con una familia, donde entabla relación con una insufrible repelente niña pija. Es en esta parte central del film donde se acumulan momentos que rozan y sobrepasan lo ridículo (lo que es peor, olvidando totalmente la acción): escenas como Hanna en moto, Hanna y la niña repelente se besan, Hanna en un tablao flamenco y la inclusión del personaje de Isaacs (Tom Hollander), uno de los villanos, patético de por sí. Para acabar de arruinar la función su tercer acto resulta pobre, falto de emoción (la muerte de uno de sus protagonistas ni siquiera llega a importar), para adornarlo, un fallido giro hacía la ciencia ficción en sus minutos finales que acaba convirtiendo a Hanna, el film, en un merecido suspenso.

Posiblemente se hubiera salvado algo la papeleta si por lo menos sus escenas de acción hubieran estado a la altura (puesto que su guión una maravilla no es), pero es aquí donde se nota que Wright no ha rodado una escena de acción en su vida. Salvo la mencionada escena de la escapada (que no destaca por sus combates) y un breve correcto plano-secuencia donde Eric Bana acaba con tres adversarios en un parking, se puede decir que el resto de escenas de combates y tiroteos están por debajo de lo esperado. Por hacer una similitud, no se encuentran escenas aquí muy por encima de las que puedas encontrar en series como El Comisario o Policías. Para colmo, el personaje que da nombre al film no entra casi en acción y cuando lo hace (la pelea en el muelle), su realización hace que no podamos apreciar un golpe con claridad.

Para acabar con la labor de Wright, decir que no faltan esos planazos que quedan tan bien en fotos o en obras maestras como las de Terrence Malick, aquí solo para decir que tras todo ello hay un autor y no otro burdo realizador de cine de acción, que posiblemente hubiera hecho un producto mucho mejor (por citar uno de esos directores, Luc Besson, que en su Leon El Profesional daba una lección de cómo combinar drama y acción con excelentes resultados).

En cuanto a los actores, Saorsie Ronan como Hanna, se pasa la película con cara de nada (o de flipada cuando descubre algo nuevo), Cate Blanchett lejos de su habitual excelencia, Eric Bana, protagonista de los mejores momentos del film, un ridículo Tom Hollander, Jason Flemyng sin casi líneas de diálogo y no, no pienso buscar el nombre de la irritante niña que traba amistad con Hanna, bastante he tenido con sufrirla.

Si por algún detalle más ha sido comentada Hanna es porque tras ella se encuentra la primera vez que The Chemical Brothers se hacen cargo de una banda sonora original, de ellos decir que están especialmente acertados durante las set-pieces de acción (de lo poco salvable de tales escenas) y resultan un buen acompañamiento durante el resto del film. Aprueban con nota en su debut cinematográfico.

Una película que no contentará ni a los que busquen una película de acción ni a aquellos que busquen una buena historia dramática, pues no cumple con ninguna de las dos funciones ni llega a converger en la unión de ambos géneros.