Septiembre es la fecha elegida para la vuelta a las pantallas de Vin Diesel como Riddick en la película que llevará su nombre por título. Será el tercer capítulo de las andanzas del personaje que dio inicio en el año 2000 con Pitch Black, un largometraje independiente que logró un moderado éxito de taquilla y del que nadie -creo yo- hubiera esperado una secuela en su momento. Las Crónicas de Riddick (2004) fue esa secuela, con mucho más presupuesto, cambio de dirección en la trama -más acción, menos terror- y con diferente resultado obtenido = fracaso en taquilla e incluso cierta decepción entre el público.

Riddick 3, visto el prometedor trailer, es una vuelta a los orígenes, poco presupuesto, bichos a tutiplén, y nada de tramas ni jerarquías galácticas como en la infravalorada anterior parte. La trilogía al completo está dirigida/escrita por David Twohy, buen especialista en el cine de ciencia ficción (Han Llegado).

El reparto de Pitch Black lo integra un entonces desconocido Vin Diesel, Radha Mitchell (Silent Hill), Cole Hauser (Lágrimas del Sol), Keith David (La Cosa), Rhiana Griffith y Claudia Black (Farscape TV).

Una nave y su tripulación se estrellan contra un planeta en el que nunca se hace de noche porque tiene tres soles. Allí residen en la oscuridad unos carnívoros bichos que tienen la suerte de que cada veintidós años da lugar un eclipse solar en el que el planeta queda totalmente a oscuras -la energía es solar, de nada sirve tener el flexo encendido-. Precisamente cuando la nave llega, quedan escasas horas para el eclipse. Los protagonistas, una capitana (Mitchell), un mercenario yonqui (Hauser) y Riddick (Diesel), un criminal convicto con la capacidad de ver en la oscuridad.

Un par de puntos a destacar de Pitch Black:

- La historia es original aun partiendo de la base de que hay películas muy similares -las dos primeras partes de Alien, o Temblores-. Lo que hace de Pitch Black una propuesta notable son matices de guión: buenos que no son tan buenos, malos que no lo son tanto, 'chicos' que menstrúan -y con ello atraen a los bichos- y un deje romántico -y trágico- final que le da cierta grandeza a esta barata producción de serie B.

- Riddick, o Vin Diesel, como se quiera mirar. Desde luego parieron al actor para encarnar a este hijoputesco personaje. Mucha chulería, sarcasmo y carisma. El personaje roba la película desde el momento en que cobra protagonismo. No desmerecer el resto de secundarios, en especial la pareja Radha Mitchell y Cole Hauser.

David Twohy ya había creado una pequeña gran película de ciencia ficción en Han Llegado (1996). Aquí repitió el logro con una película que suple las limitaciones presupuestarias con imaginación -ciertas lentes en la cámara, una quemada fotografía de tonalidades saturadas de naranja, azul y verde-, sin escatimar en violencia ni los suficientes momentos de impacto -Riddick contra el bicho, la muerte de los tres hijos del santurrón (Keith David), o el clímax y la inesperada muerte de un personaje principal-. El único hándicap son los efectos especiales, solo cumplidores.