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España España · Barcelona
Voto de David MS:
10
Ciencia ficción. Aventuras Último capítulo de la trilogía de precuelas de Star Wars, en el que Anakin Skywalker definitivamente se pasa al lado oscuro. En el Episodio III aparece el General Grievous, un ser implacable mitad-alien mitad-robot, el líder del ejército separatista Droid. Los Sith son los amos del lado oscuro de la Fuerza y los enemigos de los Jedi. Fueron prácticamente exterminados por los Jedi hace mil años, pero esta orden del mal sobrevivió en la clandestinidad. (FILMAFFINITY) [+]
30 de agosto de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Capítulo final en orden cronológico en cuanto a año de producción de Star Wars, aunque como es sabido, narra los acontecimientos sucedidos anteriormente a la primera trilogía. Episodio III: La Venganza de los Sith tiene la función de hacer encajar el horrendo Episodio II con el IV, dejándolo todo bien atado. Llevo días viendo la saga y escribiendo sobre ella por aquí, para decir quien se encuentra detrás y delante de las cámaras no me repetiré y recurriré a un 'Copiar' y 'Pegar'. George Lucas como productor, director y guionista, la música de John Williams, el reparto con Ewan McGregor, Hayden Christensen, Natalie Portman, Frank Oz (voz), Ian McDiarmid, Samuel L. Jackson, Anthony Daniels, Jimmy Smits, Christopher Lee, Temuera Morrison, Joel Edgerton, y la recién nominada al Oscar y desaparecida durante los 140 minutos, Keisha Castle-Hughes.

La historia comienza con Kenobi y Skywalker (McGregor & Christensen) rescatando el Senador Palpatine (McDiarmid) del Conde Dooku (Lee) y volviendo a casa victoriosos. En el reencuentro con Padme (Portman), Skywalker se entera de que van a ser padres, pero una serie de pesadillas donde su mujer fallece en el parto empiezan a atormentarle ante la posibilidad de que sean premonitorias. Por otro lado, el mismo Annakyn Skywalker es elegido como representante Jedi para custodiar a Palpatine, quien es en realidad un Darth Sidious con la intención de hacer que el discípulo de Kenobi se pase al lado oscuro, convirtiéndose de ese modo en Darth Vader.

Parece mentira que los responsables de La Venganza de los Sith sean los mismos artífices de El Ataque de los Clones. De la misma manera que era difícil encontrar aspectos positivos en la anterior, cuesta encontrar alguno de negativo en la última película rodada por Lucas hasta ahora. También es cierto que se dejaron lo mejor para el final, y que tanto la primera como en especial la insufrible segunda solo eran una puesta a punto para lo que se ve en La Venganza de los Sith, sin duda la aportación más interesante de Lucas al universo Star Wars.

La principal mejoría es de entrada un guión que se deja de conflictos políticos con planetas que nos importan más bien poco, y se centra en aquello que queremos ver: los motivos por los que Annakyn Skywalker se convierte en Darth Vader. Si encima tal leitmotiv es acompañado por incesantes batallas espaciales, interminables combates con espada láser y persecuciones a velocidad de vértigo pues mejor que mejor. Nada queda de la infantilidad del Episodio I, ni de la melosa historia de amor de Episodio II, todo ha sido sustituido por la oscuridad y violencia de este gran Episodio III (hay unas cuantas decapitaciones, y Annakyn, ya convertido en Darth Vader, llega a asesinar a unos niños Jedi).

De poco servirían esas batallas, combates y persecuciones si estuvieran rodadas igual de caóticas que en El Ataque de los Clones, pero tanto Lucas como ILM, su empresa de efectos especiales, se resarcen de tal fracaso. A Lucas se le puede aplaudir las muy clásicas y vibrantes escenas de acción, y una puesta en escena que muestra la épica necesaria para un capítulo final de este tipo. A Industrial Light & Magic unos efectos especiales que casan mejor con el rodaje digital que se usó de nuevo en la saga, para esta vez mejor desarrollados.

Teniendo en cuenta que John Williams se mueve en terrenos de sobra conocidos y que su partitura a estas alturas poco puede sorprender, sin desmerecer su labor (¿Quien no se sabe de memoria la Marcha Imperial?) paso a los actores, con un Ewan McGregor que tiene aquí sus mejores momentos en la saga, dejando de ser un 'loser' y demostrando porque Obi-Wan Kenobi merece ser venerado. Hayden Christensen, sin ser el Vader adecuado, mejora sustancialmente, ayudado por más fuerza en su interpretación y por un mejor look. La tercera en discordia es Natalie Portman, que por lo menos esta vez parece más convencida de lo que dice al no tener que hablar de Federación, el planeta Naboo y demás frases políticas chorras que le hacían soltar frente a un senado extraterrestre (y que seguro ni ella misma entendía).

El resto de actores de carne y hueso son el genialmente perverso Ian McDiarmid como Palpatine/Darth Sidious y Samuel L. Jackson como el Jedi Mace Windu. De los seres creados por ordenador destacar un Yoda con mucho protagonismo y alguna lograda batalla, la incorporación del personaje del General Grievous, algo desaprovechado, al igual que muchos personajes nuevos de esta nueva trilogía (Darth Maul, Conde Dooku...). Por cierto, de Jar Jar Binks ni rastro, sale dos veces y no tiene ni frase. El cometido de hacer reír se lo llevan los más simpáticos R2D2 y C3PO.

La mejor película de George Lucas como director y la mejor entrega de la saga Star Wars en conjunción con El Imperio Contraataca. Contiene bastantes momentos que merecen ser recordados por los fans de esta mítica saga (la batalla espacial que ocupa los 25 primeros minutos, el combate entre Kenobi y Skywalker, el nacimiento de Darth Vader, la forma de encajar con el Episodio IV...)
David MS
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