Estos días se ha estrenado en cines de USA (unos pocos) y en DVD la secuela de Piranha 3D, de nombre Piranha 3DD. Hasta que me dé por verla (o no) escribiré sobre su primera parte, una película ideal para un sábado tarde veraniego como el de ayer.

Para poner en situación hay que recordar que esta Piranha 3D es un remake de Piraña (1978), una serie B de poco presupuesto que trató de beneficiarse del éxito del Tiburón de Spielberg. Esto es poner a un grupo de bañistas y la correspondiente amenaza acuática para que se los coman. La película es recordada además por varios involucrados en su creación: el director es Joe Dante -quien posteriormente triunfó con Gremlins, Aullidos y El Chip Prodigioso-, el guión es de John Sayles, que lo haría dentro del cine independiente -Lone Star-, y la música es de Pino Donaggio -habitual del cine de Brian De Palma y Dario Argento-. A esto, sumar que Piraña tuvo secuela, Piraña 2: Los Vampiros del Mar, debut de James Cameron, el director más taquillero de la historia con Avatar y Titanic.

Y mencionando a Cameron, éste se metió con este remake y el uso que hace del 3D, el habitual (tirar partes del cuerpo y sangre a la pantalla), lo que para él es una manera de perjudicar ese formato que el tanto ha perfeccionado con Avatar y Titanic. Tanto lo perfecciono que para Avatar se olvidó de escribir el guión, y al final acabó copiando el de Pocahontas y le metió pitufos de tres metros, alta tecnología y un mensaje ecológico rollo Capitán Planeta.

Esta nueva versión está dirigida por el francés Alexandre Aja, quien deslumbró hace años con Alta Tensión, y más aún con otro remake, el de Las Colinas Tienen Ojos. Después tendría un ligero batacazo con la regular Reflejos (otro remake), hasta llegar a esta Piranha 3D, sin duda un paso atrás en su carrera, no porque no sea eficiente en su función, sino porque de alguien llamado a ser uno de los directores referenciales del cine de terror de los próximos años se espera algo más que un entretenimiento 'camp' como este. Protagonizan Elizabeth Shue (lejos quedan los días de Leaving Las Vegas), Steven R. McQueen, Adam Scott, Ving Rhames, Jerry O'Connell, Christopher Lloyd, Dina Meyer, Richard Dreyfuss (guiño a Tiburón), un cameo del director Eli Roth (Hostel) y mucha actriz porno haciendo casi de extra.

Esta vez no he perdido el tiempo escribiendo el guión, pues es fácil imaginarse lo que uno se va a encontrar. Un festín de violencia, gore, desnudos, efectos especiales de segunda, frases estúpidas, música electrónica y carcajadas por parte de quien la ve (no sé si en este orden), encontrando la curiosidad de que con tanta actriz porno el único pene se lo come... una piraña (en 3D).

Lo dicho, Aja rueda bien (la media hora final es una antología del mejor gore estrenado en una pantalla de cine), pero a estas alturas hay que pedirle más que un entretenimiento tan burdo y simplón como el de este remake, que eso sí, se disfruta y divierte la escasa hora y media que dura.