William Joyce es el escritor que se encuentra tras la saga de libros The Guardians of Childhood, de los que ha escrito cuatro novelas y dos libros de ilustraciones. Su paso a la pantalla grande se dio en noviembre de 2012 con el estreno de la primera adaptación hecha de un trabajo suyo, El Origen de los Guardianes. Produce la división animada de Dreamworks, quien en contra de lo que es habitual, se ha dado con un canto en los dientes buscando un nuevo éxito comercial, lo que rompe toda posibilidad de rodar las secuelas que a buen seguro estaban planeadas.

Dirige Peter Ramsey, hombre de la compañía con vasta experiencia en storyboards (El Club de la Lucha, Cómo Ser John Malkovich) y con solo un largometraje a sus espaldas, la TV Movie Monstruos contra Alienígenas: Calabazas Mutantes del Espacio -también de Dreamworks-. Como en cada producción de Dreamworks, el reparto de voces incluye lo mejor del star-system de Hollywood -al contrario de Pixar, que prefiere los buenos guiones sobre el nombre de las estrellas-: Chris Pine, Alec Baldwin, Hugh Jackman, Jude Law, Isla Fisher y Dakota Goyo (el niño de Acero Puro).

El Origen de los Guardianes cuenta la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal. Santa Claus (Baldwin), el conejo de Pascua (Jackman), la hada de los dientes (Fisher), el creador de sueños -también conocido como Sandman- y el recién incorporado Jack Escarcha (Pine) -o Jack Frost- tienen que enfrentarse a Sombra (Law), el típico malo que quiere robarle los sueños y la ilusión a los niños y bla bla bla.

La desidia que tengo al escribir sobre de qué va la película es la misma que tuvieron a la hora de escribir el guión, pero tampoco me voy a cargar El Origen de los Guardianes porque la verdad es que contiene los suficientes ingredientes para agradar al público infantil, los enumero -de paso librándome de profundizar mucho en ellos-: impecable animación, ritmo incesante, simpáticos personajes, sentido del humor familiar, un mensaje cargado de buenas intenciones -que ya se me ha olvidado- y lo mejor, un toque oscuro y siniestro, debido a un atractivo diseño del villano. Posiblemente este tratamiento más tétrico venga de ideas del productor ejecutivo, un Guillermo Del Toro que ocupa este cargo en Dreamworks desde hace un par de años -y que aquí comparte labor con el escritor del libro, Joyce-.

Lo malo de El Origen de los Guardianes, nada importante, tal vez más aspiraciones artísticas que las de ser simplemente un producto hecho para entretener habrían hecho de ella una mejor película. Pero aún sin esas aspiraciones, un buen ejemplo de cine de animación, superior a otro que ha conseguido más recaudación y éxito crítico el pasado 2012: Hotel Transylvania, El Alucinante Mundo de Norman o ¡Piratas! por decir tres.