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España España · Barcelona
Voto de David MS:
4
Terror. Thriller En 1966, la joven Kristen (Amber Heard) es ingresada en una institución psiquiátrica, donde conoce a otras chicas perturbadas con sus respectivos problemas... y a otra que se le aparece por los pasillos al caer la noche. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueve años han pasado desde la última incursión en pantalla grande del maestro del terror John Carpenter, cuando en el 2001 presentó la terrible Fantasmas de Marte. Desde entonces solo le hemos visto dirigiendo un par de capítulos de la serie Masters of Horror que pasaron bastante desapercibidos. A pesar de ello, Carpenter ha estado presente estos años en los créditos de diversas producciones, pues varias de sus películas han contado con algún remake más o menos afortunado (Halloween, Asalto al Distrito 13, La Niebla). Para su vuelta a la pantalla grande ha decidido ponerse tras las cámaras de Encerrada, una historia de fantasmas en un centro psiquiátrico.

Una joven (Amber Heard), tras quemar una casa, es encerrada en un pabellón psiquiátrico donde recibe el tratamiento por parte de un doctor con extraños métodos (Jared Harris). Allí la joven conoce a un grupo de internadas que padecen el asedio de un fantasma que resulta ser una antigua paciente que murió en extrañas circunstancias. Como se puede ver la trama es el colmo de la originalidad.

El Festival de Sitges de 2010 Encerrada fue presentada entre la indiferencia de todos los presentes. Es precisamente indiferencia todo lo que provoca la vuelta de Carpenter, no porque esté mal realizada, los momentos terroríficos cumplen sin ser nada del otro mundo (el susto en la ducha), pero son pocos y casi todos en su desenlace. Hasta entonces asistimos a la historia de una chica y sus intentos fallidos por escapar de una residencia. Entre tanta escapada no faltan indicios de que por allí circula un fantasma, como atestiguan un par de muertes que no pasaran a la historia del cine en cuanto a su elaboración y montaje, pero que por lo menos sirven para recordarnos que estamos viendo una película de terror y no la segunda parte de Inocencia Interrumpida.

El mayor problema de Encerrada cabe encontrarlo en el guión de los hermanos Rasmussen, sin chicha alguna, es una historia de fantasmas que no desentonaría en El Internado, contiene además un desenlace de lo más tramposo, mil veces visto, que busca la sorpresa y provoca la sensación de sentirse estafado. Sorprende que Carpenter haya decidido volver a las pantallas con un proyecto tan poco interesante, con tan poco que contar, sin poner su sello por parte alguna (salvo las panorámicas que son habituales en su cine). The Ward podría estar dirigida por él como por cualquier otro realizador de serie B. Para rematar, esta vez ni siquiera podemos encontrar al director de Halloween en las tareas de músico donde tan bien se desenvuelve, de esa labor se encarga de manera olvidable Mark Kilian.

En el reparto un grupo de chicas que pasan sin pena ni gloria, aunque Amber Heard lo hace mejor de lo que esperaba con un papel de carácter (será porque esperaba que solo luciera palmito), aunque mujeres hechas y derechas son habituales en el cine del director como por ejemplo Adrianne Barbeau en 1997 Rescate de Nueva York o Jamie Lee Curtis en Halloween. A Heard le acompañan Danielle Panabaker, una habitual del cine de terror de estos últimos años, y un aburrido Jared Harris.

Como gran fan que soy de John Carpenter, duele ver como el realizador de grandes películas como La Cosa, Están Vivos, Golpe en la Pequeña China, Halloween, En la Boca del Miedo, El Príncipe de las Tinieblas y muchas otras, fracasa estrepitosamente en su vuelta al cine. Una retirada a tiempo es una victoria, y si en pleno 2011 lo único que puede aportar Carpenter es algo como Encerrada, mejor no hubiera vuelto nunca al ruedo.
David MS
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