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España España · Sevilla
Voto de Seldon:
6
Serie de TV. Ciencia ficción. Aventuras Serie de TV (2002-2003). 14 episodios. Ambientada dentro de 500 años, narra las desventuras de la tripulación de una nave espacial que surca la galaxia eludiendo a las autoridades. A pesar de su escaso éxito de audiencia (que hizo que la serie fuera cancelada), gracias a su ferviente club de seguidores se fue convirtiendo en una serie de culto y, en el año 2005 el propio Joss Whedon adaptó la serie a la gran pantalla con la película ... [+]
26 de febrero de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie transcurre en un futuro lejano, en el siglo XXVI, justo cuando ha acabado una guerra civil entre La Alianza y los mundos exteriores, o planetas fronterizos, que han perdido estos últimos. Y cuenta las vicisitudes de un grupo de personajes, que lucharon en el bando perdedor, y que ahora sobreviven bordeando la legalidad en la mayoría de las ocasiones, como tripulación de la Serenity, una nave estelar de carga de la clase Firefly (de ahí el nombre de la serie).

En teoría son transportistas autónomos, una especie de camioneros del espacio, que se ganan la vida alquilando su nave para transportar cargamentos entre los planetas y las lunas exteriores, aunque en la mayoría de las ocasiones, transportan contrabando bajo las narices de las fuerzas del orden de La Alianza.


Lo que hace original a la serie es realmente su ambientación. La Alianza parece aglutinar elementos culturales de las superpotencias actuales del mundo, y así encontramos elementos occidentales, pero también chinos, o al menos orientales: de esta forma, mezclados con una ambientación occidental aparecen en la serie elementos como palillos para comer, o ideogramas y caracteres parecidos a los chinos o japoneses.

Mientras que los mundos centrales presentan un alto nivel tecnológico y están fuertemente controlados por La Alianza, que ha ganado la guerra de unificación, los mundos exteriores que fracasaron en su intento de mantenerse fuera de su control, están más atrasados tecnológicamente, siguen siendo mundos poco controlados por el gobierno central y en ellos impera bastante la ley de la frontera.

Y esta es la originalidad de la serie, pues en estos mundos nos encontramos caballos, ganado, ranchos polvorientos, etc. Básicamente los mundos exteriores son el salvaje oeste, pero con electricidad y naves espaciales.

De hecho, salvo quizás los indios, no faltan muchos de los grandes arquetipos del western: ganaderos, cuatreros, pistoleros al servicio del dueño del rancho más grande y poderoso,… por haber, hay hasta una escena de asalto a un tren en marcha, al más puro estilo del western, claro que “adaptado” a la época futura: el tren circula por levitación magnética, y el asalto no se produce a caballo, sino desde una nave que lo persigue volando.

El resultado es una mezcla bastante friki, original y desenfadada de western y ciencia ficción, que no te debes tomar demasiado en serio ni de forma muy purista con los géneros o con la verosimilitud si quieres disfrutarla.

Al finalizar la guerra, el capitán Malcolm Reynolds, al que todos llaman Mal, junto con su primera oficial Zoey, ambos “casacas marrones”, es decir veteranos del ejército rebelde y perdedor, adquieren una nave de transporte, y junto con Wash, el piloto y marido de Zoey, Kaylee, la desenfadada, siempre jovial y a menudo un poco ingenua mecánica, y Cobb, el tipo duro, empiezan su negocio como transportistas libres.

Básicamente actúan como camioneros, entre los distintos mundos de la frontera, llevando cargas no siempre legales, metiéndose en problemas con las autoridades de La Alianza, con los caudillos locales de los mundos en los que aterrizan, o con los que les contratan sus servicios. Siguiendo con esa peculiar mezcla de géneros, les toca transportar desde un cargamento de medicinas para una colonia minera, hasta ganado (sí, sí, vacas que dejan repleta de estiércol la bodega de carga de la nave). Lo que se tercie.

Además, tienen una curiosa asociación de negocios con la bella Inara, una “acompañante”, a la que le tienen alquilada una de las dos lanzaderas de la nave. Inara es una mezcla de prostituta de lujo, cortesana y geisha, pero a diferencia de las prostitutas del salvaje oeste del siglo XIX, las “acompañantes” del siglo XXVI son respetadas, gozan de estatus y prestigio social, y están muy bien consideradas. Son caras y exclusivas, y eligen ellas a sus clientes de entre quienes solicitan (y se pueden permitirse) sus servicios.

Al estar tan bien consideradas, el hecho de transportar a una acompañante abre puertas y sirve de pasaporte en muchos mundos, por lo que la asociación es mutuamente beneficiosa: Mal se beneficia del prestigio que da llevar a bordo un “salvoconducto” como Inara y ella obtiene un medio de transporte entre los distintos mundos exteriores para poder llegar hasta sus clientes. Además existe a lo largo de la serie un continuo tira y afloja entre ambos, porque Inara no es parte de la tripulación, y no recibe órdenes de Mal, y además se atraen mutuamente aunque ambos son lo suficientemente testarudos como para no reconocerlo.

Ese es el trasfondo de la serie, el escenario, y lo que de lugar a la mayoría de las historias episódicas de la misma, es decir tramas que se plantean, tienen lugar y se resuelven dentro del mismo capítulo. Para la trama general, es decir para el argumento que se extienda lo largo de toda la serie, la historia es otra:

(Puedes leer más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2013/02/firefly-el-salvaje-y-futuro-oeste.html

< en el spoiler sólo se cuentan detalles leves de la trama >
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Seldon
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