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España España · Sevilla
Voto de Seldon:
5
Drama Biopic del mítico empresario y programador informático Steve Jobs (1955-2011), centrado en la época en la que lanzó los tres productos icónicos de Apple.
16 de agosto de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En general me interesan muy poco las hagiografías que se dedican a loar sin disimulo las bondades y genialidades de un personaje, cuento más si se trata de un personaje vivo, o que ha fallecido muy recientemente.

Así que puedo decir que me molesta un poco la actitud de rendida devoción que la legión de seguidores de Apple dedicaba a su dios en la tierra, el profeta, el visionario, el genio,... Steve Jobs.

Por lo tanto, ni por mucho Sorkin que escribiera, ni por mucho Boyle que dirigiera, ni por mucho Fassbender que actuara, me di prisa en ver esta película cuando se estrenó.

En el mundo de la informática (hablo de la informática personal, una vez que Microsoft y Apple lograran reescribir las reglas del juego y plantarle cara a gigantes como IBM a principios de los 80), siempre ha habido como un cisma, como bandos irreconcilibles:

Están los orgullosos usuarios de Apple, capaces de gastarse más dinero en un producto cerrado, fiable y de muy buen diseño y mejor marketing. Apple ha jugado muy inteligentemente durante décadas la carta de la falsa exclusividad, al estilo de “si usas Apple, tu eres de los nuestros, no del montón...”. Digo falsa porque evidentemente cuando las cuotas se mercado superan el 30%, de exclusivo nada. Esto no es como el que tiene un Ferrari.

En los últimos años aparecieron los orgullosos usuarios de Linux. Todo lo contrario de los anteriores: para un usuario de Apple todo es mascadito, sencillo, guiado, sin problemas,... como si un adulto guiara a un niño. Pero cerrado, incompatibles. Para un usuario de Linux todo es abierto, enchufable, adaptable. Los frikis de Linux son los que se lo apañan ellos solos, porque saben hacerlo y porque pueden hacerlo.

Y en medio están el común de los mortales, la chusma, el pueblo llano, los que usan PC’s y montan algo de la infame Microsoft encima. Algo de lo que no debería enorgullecerse ni dejar siquiera que se supiese.

Bueno, pues Steve Jobs, esta película, explica bastante de esta filosofía. De cómo el ínclito, el superfamoso Jobs, sin saber hacer nada, mas que vender muy bien el trabajo de otros y tener claro algunos conceptos revolucionarios, logró hacer de Apple lo que es hoy en día.

Gran parte de la filosofía de la película se explica simplemente prestando atención a los diálogos entre Jobs, y su segundo (el verdadero genio técnico) Steve Wozniak:

- ¿Qué es lo que haces?, ¿Qué es lo que haces? [...] No sabes escribir el código. No eres ingeniero. No eres diseñador. No sabes ni clavar un clavo. Yo construí la tarjeta de circuito impreso, la interfaz gráfica se la robamos a Xerox Park [...] ¿Cómo es posible que lea 10 diez veces al día que Steve Jobs es un genio? ¿Que es lo que haces?
- Yo toco la orquesta. Y tu eres un buen músico, estás ahí sentado, eres el mejor de tu fila.

Ahí está condensada toda la película.
Claro que esta no es una película complaciente con el personaje, y retrata no tanto las glorias públicas como la miserias privadas. Vamos lo que muchos sospechábamos, que Jobs era un capullo arrogante.

A lo largo de la película se va viendo como trata a su hija (no reconocida) a sus ayudantes (la coprotagonista es Kate Winslet, que interpreta a Joanna Hoffman, la encargada de proporcionar el marketing a las ideas de Job), a sus subordinados, a sus socios de negocios (a destacar Jeff Daniels muy bien en su papel)... Y en general no sale muy bien parado.

Pocos se atreven a plantarle cara. Como antes, el mejor ejemplo es una discusión entre Jobs y Wozniak:

- Tus productos son mejores que tú, colega
- De eso se trata colega. Y sabiendo eso, ahí está la diferencia.
- No es binario. Puedes tener decencia y talento al mismo tiempo.

Pero dejando a un lado al personaje... ¿es buena película? Bueno... esto requiere un explicación un poco más larga de una frase.

Para empezar el guión es de Aaron Sorkin, y eso se nota en la película, y mucho. Si habéis visto algún trabajo para TV se Sorkin (El Ala Oeste, The Newsroom,...) sabréis que todo se basa en los diálogos: ágiles, rápidos, ingeniosos, resultones,... Y esto está en la película. Y que otro de sus sellos es el “walk & talk”: para dar un poco de variedad y no hacer aburrido el hecho de tener a dos personas sentadas a una mesa hablando entre ellas, hay muchas escenas que desarrollan el diálogo mientras esas dos personas deambulan por los pasillos sin importar muy bien a dónde van. Hay muchos minutos de gente caminando por pasillos mientras habla. Y esto también está en la película.

De hecho no se si el director, Boyle, más dado a hacer cosas más efectistas, montajes muy ágiles, y demás, ha sido el mejor director para esta película. Claro que es que partía de una apuesta (del guionista Sorkin) como poco, arriesgada: Toda la película son tres escenas que tiene lugar separadas por los años (1984, 1988 y 1998) coincidiendo con la presentación de un producto de Jobs (el McIntosh, el NeXT y el iMac). Pero de hecho la escena no es la presentación: son los minutos previos.

Así que la película se construye mediante ensayos, auditorios vacíos, camerinos, pasillos, la parte trasera de los escenarios,... Hombre como técnica, es muy curiosa, y de hecho es parte del atractivo de la película. Pero la verdad es que no se si esa virtud también es su mayor defecto y lastra la película. De hecho, si no te interesa mucho el tema, o si odias las pelis de diálogos y diálogos y más diálogos, esta no es tu película.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2016/08/steve-jobs-tus-productos-son-mejores.html
Seldon
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