Una película de piratas modernos, dirigida por el mismo tipo que hizo la saga de Bourne y protagonizada por Tom Hanks, a priori parecía una película de acción. Pero no es así del todo. Resulta que ni estos son los Piratas del Caribe, ni Tom Hank es Forrest Gump, ni esto es sólo una película de acción, derivando más hacia el thriller y al drama.

Me gusta especialmente el comienzo de la película, contando en paralelo dos historias. Por un lado tenemos a Tom Hanks/Capitán Phillips en una casa de un barro residencial de los suburbios de cualquier ciudad norteamericana haciendo sus maletas, cogiendo el pasaporte, y cargando su todoterreno familiar para que su mujer lo lleve al aeropuerto, y de ahí a su próximo trabajo como capitán del Maersk Alabama.
Por otro lado tenemos un pueblucho de cahabolas, en la orilla del mar pero polvoriento y arenoso, en algún lugar de la desértica Somalia, habitado por somalíes, presumiblemente pescadores, con pinta de muertos de hambre y poco que perder , al que llegan, en todoterreno también, los hombres de un señor de la guerra local, aramados hasta los dientes, para reclutar hombres para su próximo trabajo: el secuestro del Maersk Alabama.

Y es que me parece una gran idea ir llevando la historia de los dos, por un lado el Capitán y por otro el pirata, en paralelo, con sus preparativos, y sus pormenores, porque resulta que lo que sostiene la película sobre todo es el enfrentamiento entre estos dos hombre, Tom Hanks por un lado y un desconocido Barkhad Abdi que interpreta a Muse, el cabecilla de los piratas. No es que la actuación de Tom Hanks no esté correcta, de hecho está muy bien, sobre todo la parte final, durante y después del rescate (cuando se le ve como un hombre normal que sucumbe a la tensión acumulada), pero es que la del tal Abdi resulta completamente creible. No me extraña que lo hayan nominado al Oscar como mejor secundario.

Y estas dos historias que empiezan siendo contadas en paralelo, acaban convergiendo cuando, pese a todas la precauciones que toma Phillips y sus maniobras disuasorias, consciente de que navegan por aguas peligrosas donde ya ha habido secuestros, sufre primero los intentos y luego finalmente el abordaje de los piratas. Por cierto que está muy bien rodada esta parte. Lógicamente esto no va de un barco pirata abordando a un galeón con los piratas lanzándose sobre cubierta agarrados a cuerdas atadas a los mástiles. Es curioso ver como un barco grande, potente pero pesado, es alcanzado por algo que es poco más que un bote, mucho más pequeño, pero con unos motores muy potentes y veloces. Y luego como es abordado: una simple escalera; pese a las medidas disuasorias del barco (mangueras de agua a presión, virajes bruscos,...). Al fin y al cabo los mercantes y pesqueros van desarmados, los piratas llevan AK-47, por lo que una vez han subido al barco, solo queda esconderse y rezar porque no te encuentren, un obedecer si lo hacen.

Supongo que la película habrá dejado descontentos a los que piensan que los gobiernos occidentales son los malos de esta película por esquilmar los caladeros de los pescadores somalíes que se ven obligados a piratear, o más bien a secuestrar para sobrevivir, y que poco menos que son los buenos o al menos tienen cierta justificación para hacer lo que hacen. Pero que también habrá dejado descontentos a los que esperasen una americanada en el peor sentido del término, heroica, patriotera y demás.

Porque la verdad es que la película roza estos temas sin meterse de lleno, y desde un punto de vista bastante equidistante: efectivamente se deja entrever que la mayoría de las tripulaciones que van en las barquichuelas con motor fueraborda son reclutadas entre las población de míseras aldeas de pescadores, pero también se deja claro que quien organiza el asalto, recluta a los miembro, los lleva en el barco nodriza, y por supuesto obtiene el recate millonario si lo hay sin tener que asumir los riesgos de matar o que te maten durante el secuestro, no son pobres pescadores muertos de hambre, sino señores de la guerra que controlan trocitos del territorio de Somalia frente a otros señores de la guerra.

El caso es que si piensas en que Greengrass es el director de películas de acción como las de Bourne, te puedes olvidar de que ya dirigió, y de forma muy solvente por cierto, una sobre secuestros: United 93. En este caso era sobre un secuestro aéreo y era un película más dramática que de acción, o thriller, pero el tipo ya tenía experiencia en estas cosas.
Y se nota porque la última parte de la película (de la que no cuento nada para no ahcer spoilers) es la más dramática. El caso es que la película, sin ser una gran película no es mala en absoluto, pero se queda un poco a medias en todo. Como película de acción no destaca especialemente. Como thriller, los hay iguales y mejores casi cada año. Y como drama la verdad es que no llegas a implicarte y meterte hasta el fondo. O por lo menos en mi caso a mi no me llegó.

En definitiva, se puede ver, es interesante, no es mala, pero hombre ¿como para incluirla entre las candidatas a mejor película del año?

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