El territorio de la fábula, de la parábola, bíblica, no bíblica, moral, lobo, conejo, guantes, requiere de un tono que impone una distancia. Fargo está radicada en un territorio americano lento y mítico, pero los mitos no han de leerse de forma alegórica. Al final lo único que importa es que la fábula o la parábola sean buenas, en todos los aspectos blabla, de otro modo es un recurso que puede tornarse pretencioso, como todo, pero de una forma más decidida, volviendo el halo contra ti.
Fargo, el tono original de la película, el retomado de la serie, no resulta cargante, debido a la inteligencia blabla.
Pero las de los Coen etc. son un particular subtipo de fábula o parábola o algo así. Probablemente por el retorcimiento negro humorístico. Parten del convencimiento de que la gente, tú o yo, no sólo en América supongo, a veces somos una cierta clase de parodia negra o un cliché o, por contraste, una virtud fabulosa preñada de temple y lucidez, más o menos limitada, que 'entiende', que 'hace', que da esperanza. Por contraste. Qué remedio. No habría fábulas si no hubiera debilidades, limitaciones, pecados. Entiéndase pecado más allá del ámbito religioso. Por ejemplo, Anatomía de Grey, con su gran dosis de humana realidad contante y sonante no parabólica, es un pecado etc etc.
La clave es ser valiente, aunque te den miedo las arañas.