El conejo está bueno. Hace frío aquí.
Tu cara está irritada. Espero que te vaya bien.
Cuida tu cabellera.
Se alarga mucho el invierno.

Al principio. Quizá he llegado, y quizá me instale cómodamente en los alrededores.
Sé que hay buenas vistas. Dónde puedo cazar. Gracias.

Más tarde, he descendido en el ámbito de la comprensión.
Y ya sólo necesito saber el tacto inmediato de las cosas, acaso como máximo su olor, o el sonido que produce cierta clase de piel al roce de mis manos, el modo en que miro directamente el corazón de la oscuridad –por la noche.

La montaña es dura. ¿La montaña es dura? El águila vuela,
sobre el camino no trazado.
Ir variando e imprimir una huella.
En este registro -¿cuál es tu registro, forastero?
Solitario hombre de la montaña,
qué fresca es el agua.
-La única iglesia la naturaleza, el único límite el cielo, el...

Alza, alza,
extiende tu mano sin miedo.
Es señal de labrado respeto.
Es señal de coraje.

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”Jeremiah Johnson made his way into the mountains
Bettin’ on forgettin’ all the troubles that he knew
The trail was wide and narrow
And the eagle or the sparrow
Showed the path he was to follow as they flew.
A mountain man’s a lonely man
And he leaves a life behind
It ought to have been different, but oftimes you will find,
That the story doesn’t always go that way you had in mind.
Jeremiah’s story was that kind. . .
Jeremiah’s story was that kind.
The way that you wander is the way that you choose,
The day that you tarry is the day that you lose.
Sunshine or thunder, a man will always wonder.
Where the fair wind blows.
An Indian says you search in vain for what you cannot find.
He says you’ll find a thousand ways for runnin’ down your time.
An Indian didn’t scream it, he said it in a song,
And he’s never been known to be wrong.
He’s never been known to be wrong.”