Haz click aquí para copiar la URL
Voto de JAVIER TOLEDO:
7
Drama A principios del XIX, durante las guerras napoleónicas, un teniente de húsares del ejército francés, el aristócrata Armand D'Hubert (Keith Carradine), recibe la orden de arrestar al teniente Feraud (Harvey Keitel) por haber participado en un duelo. Feraud, encolerizado, desafíará una y otra vez a D'Hubert durante quince años. (FILMAFFINITY)
18 de julio de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Estimulante obra de época, con aire aventurero, duelos por honor, romance y paisajismo, enmarcada en una soberbia fotografía, la historia se nos muestra extraña, con un ritmo y estructura "desestructurada", algo por otra parte, bastante habitual en la obra de Scott (lo que no le quita mérito, pero le penaliza como contador de historias, no es crítica destructiva, ahí radica su estilo e inconformismo), el guión y narrativa se perfila tibiamente lo que hace destacar la temática que hace honor a su título, todo un orgasmo visual para entregarnos duelos a espada en todas sus versiones y escenarios, todo un caramelito que acaba resultando lo más destacable del título.

Magnífica ambientación, soberbia fotografía (con exceso de "Glamour filter", muy de moda por entonces, pero aquí no molesta, queda bien...), vestuario rozando la perfección y unos encuadres a estudiar.

Todo un clásico convertido en cult movie merecidamente, después de esta vendrían la fantástica "Legend", la omnipresente y clave "Blade Runner" y por supuesto el mito de "Alien", sin duda un poker de ases que el mago Scott rodó con la brillantez de quien iba a resultar (y todavía resulta) un incomprendido e infravalorado director, acosado por su perfeccionamiento obsesivo, por su constancia, por sus dotes dictatoriales, y que, sin embargo, ha demostrado a lo largo de estos últimos 40 años, que es un director versátil, polivalente y muy contundente a la hora de proyectar sus obras, de los pocos que no aminalan su ímpetu en todas sus películas, un nuevo "Stanley Kubrick", una bestia del cine, un hechicero, un amaestrador de serpientes con la lección bien aprendida.

En cuanto a la película que nos ocupa, un buen remedio en una tarde de invierno, con manta, para sumergirnos en esa época del Siglo XIX en la que todo era honor, lucha, amor y aventura, este es un buen ejemplo, preciosista y luminosa en su espectáculo de fotografía envolvente y guión vacío, aunque de historia interesante, sin duda.

Gracias Mr, Scott por hacerme amar EL CINE.

Saludos
JAVIER TOLEDO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow