No puedo más que mostrarme sorprendido gratamente con este trabajo, correcto en forma y estilo, entretenido a ratos, pero indudablemente realizado de forma seria y muy profesional.

Sin duda una muestra del western crepuscular, pocos en general y algunos bien terminados, lo que no es habitual es que este tipo de trabajos sea realizado en España o dirigido por un Español, y desde luego, aquí, su director, muestra un talento recalcitrántemente rabioso, utilizando un estilo tan artesanal como comedido, ajustando el metraje a una historia interesante y con algunos giros de guion que sin duda, resultan muy efectivos, inteligente…

Acompaña, como no podía ser de otra manera, una magnífica fotografía, deliciosamente aprovechada, mostrando la diversidad de paisajes de la zona y ajustándola a cada secuencia, también los buenos Flashbacks ayudan a entender la historia, si no estás familizarizado con la historia, no vienen mal…a mí, particularmente, me gusta más esta “Pseucontinuación” que la premisa original “Dos hombres y un destino” (aunque la presencia de Redford y Newman, es impagable, a mi este título siempre me resultó aburrido), esta última te da que pensar, si…

Eduardo Noriega, convence con cierta solvencia y Sam Shepard, pone más oficio que ganas, pero cumple.

En definitiva, un buen trabajo que pudo tener algo más de garra y menos modos, más espectáculo y menos pretensiones, pero que se deja ver, sobre todo para los amantes del subgénero de western y aventuras. Agradable para una noche de verano.