El viejo zorro cinematográfico de Corman, más productor que director, mas pesetero que creador, el Thomas Alva Edison del cine (destacando en esta apreciación su parte más negativa, claro...), firma una obra considerablemte mas seria que anteriores y posteriores títulos, un nuevo referente en la Ciencia Ficción, la antesala de todas las derivaciones posteriores de cine de Super Héroes, en este caso, un pobre científico que adquiere la facultad de tener una visión similar a los rayos-x debido a unos experimentos aplicados a el mismo.

Como narrador de la historia, Roger Corman, gana por goleada, define muy bien el conjunto, comienza enganchando al espectador ante esta sublime posibilidad, la de un poder extremo y especial, y va desarrollando la historia con garbo, con fluidez y solvencia, navegando constantemente en dirección recta, sin salirse de los conceptos establecidos, imprimiendo a medida que pasan los minutos, mas angustia y desesperación (estas condiciones representadas perfectamente por un muy correcto Ray Milland, en su papel más recordado), no baja la guardia y la historia se deja ver con suficiencia, como es habitual en su director, con un metraje ajustado y parco, que hace lanzar todos los elementos de forma rápida, pero no atropellada, hasta uno de los climax cinematográficos más recordados y contundentes de la historia del cine...ahí es nada...

En definitiva, un cuento sugerente de lo que supondría obtener uno de los anhelos máximos del ser humano, poder ver a través de las cosas y aprovecharse de la situación (los otros dos deseos, podrían ser, poder volar y desde luego, poder hacerse invisible a voluntad), pero lamentablemente, el hombre naufraga ante su codicia y soberbia y no todo puede discurrir según tus deseos, o peor, puede acabar siendo tu peor pesadilla.

Saludos