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España España · Zaragoza
Voto de Kforever:
8
Western El veterano cazador de recompensas Morg Hickman (Henry Fonda) cabalga hasta una ciudad sin ley. El sheriff ha sido asesinado y su sustituto es un joven inexperto (Anthony Perkins). Cuando descubre que Morg antes que cazarrecompensas fue un agente de la ley, le pide que lo instruya. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace muchos, muchos años, que considero a Anthony Mann un director medio peldaño, o menos aún, por debajo de John Ford (si lo menciono es porque, al igual que Mann, y como bien se sabe, es un director principalmente conocido por sus películas del oeste). Y esta película, "El cazador de fugitivos", de título original "The tin star", que me vi por segunda vez hace poco tiempo, es una buena muestra de su buen hacer tras la cámara, a pesar de que tradicionalmente se le considere una película menor de su filmografía, llena de pesos pesados.
Y es que ese afán por buscar encuadres precisos y secuencias de gran belleza formal y gran carga dramática fue algo que lo igualaba a grandes creadores del cine, casi a la altura, no solo de Ford, sino de Kubrick, Welles, Lang, Griffith y otros genios que esculpieron el lenguaje cinematográfico. Quizás el hecho de que la mayor parte de la producción de Mann se orientara hacia géneros y sub-géneros considerados "de evasión", como el western, al que pertenece esta película, el cine de aventuras, el "de romanos", el policiaco, etc, etc, siempre ha hecho que sea mirado con condescendencia por parte de una porción de la crítica cinematográfica intelectualoide.
Por mucho que se haya dicho durante años, esta película no desluce al lado de otras películas del oeste que Mann rodó junto a James Stewart, que están inscritos con letras de oro en la historia del cine del oeste y del cine en general, al menos para mi, sino que se pone sino a igual altura, al menos a casi, casi, casi, casi a su misma talla cinematográfica.
Teniendo un caracter mas íntimo, o, mejor dicho, menos épico, mas circunscrito a un escenario concreto y de menor envergadura, sin embargo esta película tiene también un aire especial y un tono casi poético en su narración, incrementado por esos encuadres tan espectaculares que tan bien le salían a Mann, y es que no debe de sorprender, ya que uno de los tres co-guionistas acreditados (en realidad, otro de ellos es el autor de la novela tomada como punto de partida) fue Dudley Nichols, un guionista de diversas películas de John Ford, por lo que la historia en su desarrollo a veces discurre por recorridos "fordianos", no solo en la acción, sino en la profundidad psicólogica de los personajes y en la huida del maniqueísmo fácil.
Por supuesto, añade aún mas quilates a la propuesta el protagonismo de un Henry Ford, uno de los mejores y mas conocidos actores de su generación, que siempre encarno al héroe preferido del público estadounidense, que interpreta con solvencia y con garra su personaje, a lo que se añade un Anthony Perkins pre-Psicosis, que realiza una interpretación nerviosa y torturada... como hizo en casi toda su carrera. Parece que Perkins estuvo siempre preparándose para su personaje de Norman Bates, el cual le sepulto posteriormente. Y en un personaje secundario, un habitual del cine del oeste, Lee Van Cleef.
La fotografía en blanco y negro, de sobresaliente, aumenta aún mas la belleza de las tomas de Mann. Música de Elmer Bernstein, es decir, de otro genio.
Kforever
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