Ópera prima de Roland Joffé en la que destaca el actor Haig S. Ngor quien en el papel de Dith Pran logra interpretar las escenas más crudas y dramáticas en busca de su libertad. Haig sufrió casi los mismos sucesos que su personaje, será que por ello se debe, en parte, su demoledora actuación que acompañada de la hermosa fotografía y soundtrack mantienen los ojos pegados a la pantalla. Película de gran carga emotiva, con un ritmo pausado y una historia que refiere a la amistad, supervivencia, constancia, crueldad que en su primera mitad adentra en los sucesos bélicos, en las torturas, en las represiones pero que en la segunda parte da lugar a escenas de impacto emocional y visual. A su término, este filme nos hace pensar y reflexionar acerca de las catástrofes que viven las regiones en guerra, la irresponsabilidad de los políticos y el llanto de los más perjudicados: los habitantes. Reconozco al gran trabajo del resto del elenco principalmente al amigo de nuestro Dith Pran cuyas interpretaciones colaboran con el disfrute de la película. En fin, The Killing Fields es un espectáculo visual que al día de hoy parece injustamente olvidado.