Planos fijos o con escaso movimiento, una banda sonora que crea esa sensación indescriptible, un trabajadísimo protagonista. Todo esto da a Take Shelter una actitud que no se puede comparar. Jeff Nichols nos introduce de lleno en la cabeza de este “atormentado” obrero, Curtis, interpretado por Michael Shannon, que esta viviendo una situación muy delicada.
Las pesadillas de Curtis comienzan a alterar la tranquilidad de esta familia de clase media de la que forman parte Samantha (Jessica Chastain), y su hija Ana, una niña sorda de seis años. La evolución de los protagonistas desde el primer al último minuto es algo que hay que destacar; la creciente pérdida de control de Curtis ante esos sueños apocalípticos, la desesperación de Samantha que no sabe como abordar esta difícil situación, y el miedo de Ana que no alcanza a comprender.
Por otro lado, este film no tiene un género definido, sino que toma parte de thriller, drama psicológico familiar, y un terror que se sale de lo natural. Es una pieza de un cine independiente de gran calidad que demuestra el talento tanto del director como de los actores, en una brillante composición que la audiencia puede interpretar de muchas y diferentes maneras.