Tengo sentimientos encontrados con esta película. Por un lado, creo que su apartado técnico es impecable. Tanto fotografía, vestuario, decorado y ambientación son notables. Las interpretaciones también se dejan ver con deleite, destacando sobre todo la joven Amaia Aberasturi (que lleva a sus espaldas todo el peso de la película) y el antagonista Álex Brendemühl, que interpreta a un perverso y sádico inquisidor. El elenco de jóvenes actrices que acompañan a la protagonista durante su encierro nos regalan unas actuaciones naturales y espontáneas, dejándonos grandes escenas. El rostro y la mirada de Garazi Urkola son la personificación de la inocencia y la ternura frente a la maldad y la crueldad imperantes. Por otro lado, es de agradecer que las actrices hablen en vasco durante gran parte de la cinta, combinándose fragmentos en los que se expresan en castellano y otros en su lengua natal. El idioma le aporta gran riqueza a la cinta. Ya está bien de absurdos doblajes. Que me presenten a unas vascas hablando en vasco en su pequeño poblado me sitúa en la historia de mejor manera y hace que entienda el contexto que se me presenta.


Sin embargo, para mí el gran pero de la cinta es el argumento. Le falta profundidad y acortar toda la trama en una hora y media hace que su visionado nos sepa a poco. Creo que la historia que se nos muestra podría haber dado mucho más de sí. El desenlace me resultó bastante insatisfactorio y me dejó muy mal sabor de boca. Desde que apareció ‘’Thelma y Louise’’ han sido muchas las películas que han querido emularla. A pesar de ello, lo que en esa cinta funcionó, en otras se queda como una simple imitación fallida de la grandeza de su referente. (Explico mejor está parte en zona spoiler para no desvelar nada)


Habrá a quien le suene raro que pueda encontrar ciertos paralelismos entre dos películas tan distintas. Lo sé, ‘’Thelma y Louise’’ era una historia que se ubicaba en una época diferente (mucho más moderna) y las brujas ni siquiera existían o se inventaban. No obstante, lo que comparten ambas es un enfoque feminista de la lucha de la mujer por encontrar libertad y autonomía frente al universo masculino cerrado y opresor. Porque no nos equivoquemos, la cinta de Pablo Agüero de lo que nos habla es de feminismo. Ni de la inquisición, ni de la caza de brujas ni del folklore la España negra. Feminismo puro y duro. Podrían haber sido perfectamente brujas, cortesanas de la Francia del rey sol, vikingas o indígenas del Amazonas precolombino. Es indiferente. El sentido de la cinta y su significado tienen claros tintes feministas y de género. Por lo que ser etiquetadas como brujas o no serlo, es un simple hecho anecdótico. Es por ello, que creo que como cinta feminista falla en comparación con otros ejemplos. Es cierto que no solo se limita a eso, una pequeña parte de la cinta hace una crítica contra la iglesia, la superstición y el fanatismo, al mismo tiempo que deja entrever una crítica a los nacionalismos. Sin embargo, no se enfoca en ello, centrándose en mayor medida en la cuestión feminista. Lo que hace que no convenza en su recorrido.


Quizás me ha decepcionado tanto por mis altas expectativas. Desde que supe de la existencia de la cinta, puse el listón muy alto y eso hizo que me esperara encontrar algo mucho mejor de lo visto y oído. Pese a todos sus peros, hay algo que no se le puede criticar. Pablo Agüero ha innovado y nos ha ofrecido un producto diferente y alejado de los convencionalismos y topicazos de los que abusa gran parte del cine español. No todos los que arriesgan ganan. De eso no hay duda. Sin embargo, arriesgar siempre es algo que se debe agradecer porque no todo el mundo tiene el coraje y la valentía de hacerlo. Por todo eso le doy como nota final un 6, aunque el apartado técnico independientemente de la historia (si solo se juzgara por sí mismo) debería tener un 10. Muy a mi pesar, una cinta es un conjunto y tanto la historia como el significado de esta son en gran medida su mayor o su peor acierto.