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España España · Granada
Voto de Nadja:
7
Aventuras. Drama Jacques Mayol (Jean-Marc Barr) es un joven francés con un talento especial para el buceo, y ayuda al profesor Lawrence en sus experimentos marinos. Cuando era niño y vivía en una pequeña población griega junto a su gran amigo Enzo Molinari (Jean Reno), ahora campeón de buceo en apnea, Jacques perdió a su padre, que trabajaba como buzo, pero a pesar de ello ama al mar por encima de todo. Nada de lo que tiene o consigue en la vida le ... [+]
25 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he creído en que las primeras obras de un artista son las más valiosas. Cuando aún no tiene un nombre, es poco conocido y la crítica no lo ha ensalzado o menospreciado sin piedad. Este tipo de piezas musicales, audiovisuales o escritas me parecen las más libres y las más auténticas de la producción artística de cada individuo al que autodenominamos como artista. Entendiendo el cine como un arte igual o superior a los demás.


Por este mismo motivo ‘’ Le grand bleu’’ me parece una de las mejores películas de la carrera cinematográfica de Luc Besson. Me ha transmitido emociones y sentimientos similares a los que encontré en otras dos grandes cintas suyas, ‘’Angel-A’’ y ‘’Leon: The professional’’. También consigue actuaciones más que notables ( yo diría que las mejores de sus carreras) de actores como el trió protagonista: Jean Reno, Jean-Marc Barr y Rossana Arquette.


No obstante, no nos encontramos ante una película fácil. Su larga duración (casi tres horas) harán que a alguna gente pueda resultarles tediosa en algún determinado tramo. Tampoco ayuda que esté basada con mucha libertad en la historia de dos personas reales; Jacques Mayol (llamado el hombre delfín) y Enzo Maiorca, ambos competidores de Apnea (un tipo de inmersión submarina sin equipo respiratorio), amigos y rivales que se entienden más de lo que creen. Y recalco que tampoco ayuda porque aunque está basada en dos hombres reales, los personajes de la cinta no podrían resultar más lejanos e irreales. Y eso puede ser un factor que atraiga o repela.


Estamos ante seres melancólicos y profundos que parecen venir de otro mundo. Uno muy lejano, lleno de encantos y de belleza oculta. Inaccesible para la vista humana que todo lo agranda y deforma hasta convertirlo en nimiedades, carentes de interés. Jacques por ejemplo parece sentirse más cómodo en ese mundo submarino y como el mismo le dice a Johana, lo realmente duro del deporte que practica no es la propia inmersión bajo el agua sino el buscar un motivo de peso suficiente que lo obligue a volver a la superficie. Sin saber cómo expresarse con sus semejantes y unido bajo vínculos fuertes y solidos con ese mundo extraño, tendrá que elegir entre los dos grandes amores de su vida. El que siente por su novia Joana y el amor inmenso y profundo que le produce el mar. Enzo tampoco se queda atrás. Parece más sociable que Jacques. El constante bullicio de su ruidosa familia que siempre lo acompaña y anima, así lo evidencia. Sin embargo, comparte junto a Jacques un sentimiento de pertenencia a ese mundo de belleza desbordante e infinita.


Uno siempre se siente pequeño frente al mar. El océano tiene ese poder. Hacernos desaparecer del marco, mostrar todos nuestros problemas como pequeñas gotas de un océano inmenso del que formamos parte sin quererlo. Luc Besson lo sabe y por eso convierte al océano en otro personaje más de la película. Quizás el más importante. Las increíbles panorámicas que nos ofrece de diferentes paisajes de Grecia, Sicilia o Peru son muestra de ello. Estamos ante una cinta con una fotografía preciosista que posee una belleza deslumbrante. Esto unido a su curiosa historia, las magníficas interpretaciones de sus actores y la delicada y melancólica banda sonora de Eric Serra, la convierten en una película muy especial e inolvidable.


Sé que es una película de extremos. Habrá quien la adore o quien la odie. Como he mencionado antes su larga duración, el surrealismo que muestra en la descripción de sus personajes y el combinar momentos profundamente trágicos con otros cargados de humor, no gustaran a todo el mundo. A pesar de ello, me parece una película preciosa y muy emotiva, que cualquier persona sensible sabrá apreciar. También es una cinta muy existencialista, ya que al final nos habla de elegir entre la muerte o la vida. La existencia o la nada. La belleza de un instante que parece infinito y te hace sentir la vida brotar en cada poro de tu piel o la seguridad del sacrificio por algo superior que te mantiene ligado a un mundo al que claramente no perteneces. Ser o estar, pero este último sin ser realmente tú mismo. Y es que hay amores inmensos que no elegimos. Nos eligen ellos a nosotros antes de que tengamos capacidad de decisión y una vez los conocemos, no nos queda más remedio que arder con su fuego. Aunque sepamos que al final nos vamos a quemar en el proceso. Como esa polilla que se siente terriblemente atraída por una luz que ha de matarla más tarde.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nadja
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