Goran y Sven son una pareja que acaba de mudarse a un bonito barrio residencial para empezar una nueva vida juntos. La convivencia con sus nuevos vecinos no resultará nada fácil, para muchos de ellos solo serán dos bichos raros a los que no invitar a sus fiestas o de los que hablar cuando se den la vuelta. Para otros, algo incluso mucho peor (una especie de depravados a los que mantener alejados de sus hijos).


A pesar del rechazo de su entorno, parece que nada va a ser capaz de enturbiar su ilusión y las esperanzas que han depositado en esa nueva vida en común. Junto a la casa y a la estabilidad que proyecta la idea de compartir un hogar juntos, deciden dar el paso de adoptar a un niño y formar una familia. Para Sven sería su segundo hijo ya que tiene una hija biológica adolescente fruto de su anterior matrimonio con una mujer. Esta vez, cree que todo será diferente y que ni el alcohol ni la falta de compromiso supondrán los problemas que marcaron su primer matrimonio y lo distanciaron de su primera hija. Sin embargo, para Goran este será su primer hijo, un niño muy deseado que lleva esperando durante muchísimo tiempo y es que todos parecen cerrarles las puertas de una posible adopción solo por su condición sexual. Algo totalmente absurdo, teniendo en cuenta todo el amor y la estabilidad que le podría ofrecer a ese niño. Contra todo pronóstico, un día llega un correo postal a su casa. Han encontrado a un niño que encajaría con ellos. Se trata de Patrik, un bebe de 1,5 años. A partir de este momento, nada parece arrebatarle el optimismo a un ilusionado Goran que pone todo su empeño en comprar cosas para él bebe y decorar la habitación donde estará. El día en que debe llegar el niño a casa, será otro Patrik el que aparezca en su puerta, se trata de un adolescente huérfano de 15 años con un amplio historial de hurtos y agresiones que ha pasado por montones de casas de acogida y al que los servicios sociales parecen querer quitarse de en medio. Además, Patrik es homofobo y odia a los homosexuales. La convivencia entre los tres será una bomba de relojería dispuesta a explotar en cualquier momento, pero lo que ninguno de ellos espera es que a través de esa incierta relación (propiciada por un error ortográfico), todos aprenderán algo nuevo y pondrán en duda sus prejuicios iniciales (esos que hacían a Sven esconder todos los cuchillos de casa y llamar quinqui a Patrik y los que motivaban a Patrik a llamar pederastas a la pareja y no pegar ojo por la noche).


Ella Lemhagen adapta un guion de una obra de Michal Druker , mezclando la comedia y el drama de una forma muy hábil e inteligente. No podemos evitar reírnos a carcajadas cuando el ‘’nuevo’’ Patrik llega a la casa familiar. Sin embargo, sabemos muy bien que la historia que se nos está narrando es muy dramática (trata temas tan complejos como el maltrato infantil, la orfandad, la homofobia, las adicciones y un largo etcétera) pero lo que diferencia a la cinta de Lemhagen de otras similares es que elige narrar la historia desde un tono tierno, optimista y esperanzador que transmite buenas sensaciones a los espectadores al abordar todos los problemas siempre desde el humor.


Del mismo modo, se trata el tema de los lazos familiares y de las familias. Teniendo en cuenta que esta cinta sueca es del 2008, debemos imaginar que en su época su estreno tuvo que suponer todo un revuelo (sobre todo en algunos países menos avanzados en derechos humanos). En la actualidad, las relaciones de parejas del mismo sexo e incluso los procesos de adopción que estas solicitan es algo que está mucho más aceptado por la sociedad. Pese a ello, los colectivos LGTBI han tenido que recorrer un largo camino para conseguirlo. Y aún con tanto como han logrado, siguen teniendo detractores a los que recomendaría fervientemente ver esta película por el contenido pedagógico y el mensaje que desprende su visionado (de aceptación, inclusión y amor en estado puro).


‘’Patrik 1,5’’ nos habla del amor (de ese amor que todos merecemos sentir de nuestros semejantes independientemente de donde vengamos) y de las familias (las de verdad que se construyen a través del cariño, la empatía y el respeto), pero sobre todo nos habla de cómo el amor es algo que se construye día a día y minuto a minuto como una extraña planta sobre la que debes poner interés al informarte de sus cuidados y a la que debes esforzarte en regar cada día aunque te parezca desconocida en un principio y te resulte difícil acercarte a ella. Esa metáfora me ha parecido preciosa. Y como ella, la cinta está plagada de momentos realmente tiernos y conmovedores. Muy recomendable. Si le das una oportunidad, estoy segura de que no te decepcionará.


-Posdata: Me ha encantado ver a Gustaf Skarsgard interpretando un papel tan distinto al que hacia en la famosa serie de vikingos (''Vikings'') que es posterior a esta cinta. Se nota que es un actorazo capaz de interpretar todo lo que se le ponga por delante.