Desde su estreno en Cannes el año pasado, esta película la veía como muy interesante pero la deje pasar, me interesaban más otros títulos, y a veces con tantas películas tenemos que ser selectivos, aunque muchas veces nos llevemos malas sorpresas con lo que elegimos, jeje. En fin, esta película la estaba aplazando bastante, hasta haberla visto por fin hace poco.

Nanni Moretti no es ningún desconocido, al menos sólo he visto otra película de él que es “La habitación del hijo” y me gustó mucho. En esta oportunidad, se mete dentro del vaticano para contar una historia de un hombre (cardenal), que tras la muerte del sumo pontífice (el papa), y unas largas votaciones en el famoso Cónclave, es elegido como el sucesor del papa. Pero el cardenal Melville no parece estar preparado para esta gran responsabilidad y sucumbe al pánico. A partir de allí, los otros cardenales tratarán de ayudarlo a superar sus temores, además de un psiquiatra “no creyente” que es contratado para tal labor.

En general esa es la base de la película, de primer vistazo parece muy interesante, de hecho el argumento lo es. Pero la película en términos generales me ha decepcionado. Creo que pudo ser mucho mejor. Uno de los problemas, pienso que es el guión, ya que es un poco torpe, al tener un inicio bastante prometedor, pero luego poco a poco va perdiendo notablemente fuerza. Llegué a pensar que la presencia del psiquiatra no era justificada, no fue aprovechado. Y como fue interpretado por el mismo Moretti, con su mismo guión, podría decir que Moretti no se aprovechó a sí mismo.

Además de esto, los primeros minutos son en realidad muy buenos, me encantó visualmente el montaje. También la inteligente comedia y crítica de Moretti inicia, pero lamentablemente no se mantiene, hasta sólo salir en pequeños esbozos en el resto del filme, pero sin contundencia y mucho peor, sin un hilo conductor.

En síntesis, una película con gran potencial pero muy mal desarrollada por Moretti. Es una lástima.