“Post Tenebras Lux” (Después de las tinieblas, la luz), es el cuarto largometraje del prestigioso y polémico director mexicano Carlos Reygadas, luego de Japón, Batalla en el Cielo y Luz Silenciosa. Con este filme Reygadas creo que logra su mejor obra hasta el momento.

Dirigida y escrita por Reygadas, la película filmada en un formato muy poco usado actualmente, que mantiene una difusión en los extremos de la cámara, cuenta la historia de una familia de clase media alta, que se traslada de la ciudad de México para vivir en el campo. En el campo se enfrentarán a los normales conflictos de pareja, y además de conflictos con los otros campesinos de la región, choques culturales, etc. Esa es la historia principal, a la que posteriormente observaremos distintos símbolos y alusiones que van retratando el desarrollo de la pareja y su entorno, escenas del pasado y otras del futuro, más algunos elementos oníricos que irrumpen en la estructura del filme.

Todos estos elementos conforman una de las mejores películas del 2012 y una de las más hermosas visualmente.

Reygadas quien ha confesado su admiración por el cine del gran Andrei Tarkovsky, juega con las imágenes, el paisaje, los elementos, los iconos culturales y las emociones humanas para construir sus creaciones. Un atardecer, la leve caída del sol, una figura de un diablo con una caja de herramientas, unos jóvenes jugando rugby. Todas estas imágenes, aunque a primera vista formen un suceso de fotogramas sin orden ni significado, son elementos al servicio del director. Es tarea del espectador dejarse llevar y pensar un poco más, porque el mensaje está esperando en ser descubierto y no en una bandeja de plata.

El título es sugerente, que es un fragmento en latín que aparece en la biblia en el libro de Job. Y que indica en cierta forma parte del mensaje de Reygadas. Es una crítica a la sociedad burguesa, a la distinción de clases sociales, a la perversión del ser humano, a la culpa y la maldad, que curiosamente no es representada por el diablo rojo que sale en escena al inicio y al final del filme.

Post Tenebras Lux, también habla sobre el peso de la culpa, sobre las heridas que no se curan con el tiempo, sobre la destrucción de la naturaleza, la perdida de la inocencia y la violencia. Según el mismo Reygadas, el filme también pudo llamarse “México Sangra”, argumentando esa disección que realiza sobre su país (y que siempre está latente en sus obras), que en muchos aspectos refleja el estado actual de muchos países del mundo, que se encuentran inmersos en una sociedad forjado hace muchos años por un sistema que lleva pudriéndose hace mucho tiempo.

La dirección de Reygadas es excelente, filmado de forma magistral, siempre buscando la provocación y evocar y trasmitir con las imágenes y el espectáculo visual que siempre tiene claves. La fotografía es excelente. Los actores hacen un muy buen trabajo y son muy naturales. Los niños, que son los mismos hijos de Reygadas, también los deja expresarse y mezclarse con el paisaje para abstraer belleza y que ambos se complementen para lograr la sustentación de un significado y un símbolo.

En síntesis, un nuevo trabajo de uno de los directores latinoamericanos más importantes de la década, y quizás con miras a convertirse en uno de los más importantes de su generación, por su valentía y atreverse a hacer un cine diferente. Recomendada para los admiradores del mexicano y los espectadores más arriesgados.


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