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Voto de bogartiano:
10
Drama. Romance Un granjero (George O'Brien) convive felizmente en el campo con su esposa (Janet Gaynor). Pero la aparición de una seductora mujer (Margaret Livingston) de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Murnau desembarca en Hollywood, y nos deleita con esta obra maestra, una de las últimas películas mudas y canto al amor verdadero. Con un argumento simple y sencillo, el maestro se centra en mostrarnos el estado psicológico, anímico y emocional de los personajes protagonistas, a través de la técnica, los travellings de cámara, los fundidos y encadenados (perfectos, por cierto). Con la sapiencia que poseía ya en Alemania, aquí los siguió fomentando e incluso aumentando. Me encanta el travelling de cámara que sigue de espalda al George O'Brien, zigzagueando (dándonos a entender la gran turbación psicológica del personaje), en la oscuridad, en busca de su amante, y como nos ponemos en paralelo a él y terminamos viéndole de frente, en un auténtico alarde de modernidad y exquisitez técnica, en cuanto al movimiento de cámara.

También increíble la creación de la ciudad donde se desarrolla el perdón y la posterior alegría renovada de la pareja. Se trata todo de un decorado gigante, muy logrado. Los rayos de luz que penetran en la iglesia son pintados. Una técnica que ya utilizaba en Alemania. Después para dar la impresión de mayor profundidad de campo en la iglesia, puso a extras muy altos en primer plano y a niños y a enanos al fondo de la imagen. Las transparencias y efectos eran muy novedosos para la época.

Las actuaciones de los dos protagonistas, son sencillamente magistrales, los dos. Ella es magnífica (Janet Gaynor), humilde, sencilla, buena, dispuesta a perdonar el grave desliz de su esposo. O'Brien realiza muy bien los distintos estados de ánimo que sufre durante el metraje. Me gusta cómo se encorva en la barca, dando la impresión (expresionismo puro) de alguien que está a punto de cometer un asesinato, y más tarde como se derrumba como un niño implorando perdón a su mujer en la iglesia, mostrándose como un ser humano sensible y cariñoso.

También me gustaría resaltar las continuas dualidades que podemos observar, como es el que haya una mujer, y una amante. El campo y la ciudad, la tristeza y la alegría, el día y la noche. Todo para resaltar la dualidad principal, que es el bien y el mal.

En definitiva, un homenaje al amor verdadero y a una pareja sencilla, humilde y del campo, en cuanto al argumento y un verdadero prodigio técnico. Posiblemente una de las mejores películas de la historia del cine.
bogartiano
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