La polémica que ha acompañado a esta película desde el mismo momento de su estreno en el Festival de Cannes (donde se llevó la Palma de Oro), no le ha ayudado en nada, porque es realmente una muy buena película. Es evidente que los apenas 15 o 20 minutos de escenas de alto voltaje sexual marcan mucho el desarrollo de la película, pero reducirla sólo a eso es un error. La actuación de la protagonista tiene momentos desgarradores y muy bien interpretados. Habrá que seguir a Adèle Exarchopoulos porque me ha cautivado. Muy bien también Léa Seydoux en la historia de amor más real, dolorosa y visceral que he visto en mucho tiempo en el cine. Una gran película francesa de Abdelattif Kechiche que recomiendo a todo el mundo. No os arrepentiréis.