Sin duda no hay que ser muy valiente para darle un diez a una película clásica en la que además forman el reparto actores como Tyrone Power, Marlene Dietrich o Charles Laughton. Pero esta se lo merece bastante más que muchas otras. Y no solo por sus diálogos, por el propio Charles Laughton que hace de abogado sin escrúpulos pero genial como nadie lo ha hecho nunca, o por el papel de la enfermera de este mismo, sino también porque cuando llegas al final de la película deseas que siga, o que hagan la segunda parte, o que empiece de nuevo... en realidad no lo sabes, pero no quieres que todo quede ahí.
Clásica, divertida, intensa, inteligente... ¿alguien da más?