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Voto de Pep:
10
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15.547
Drama. Fantástico
Dos ángeles sobrevuelan Berlín, ciudad dividida por el "muro de la vergüenza". Sólo son visibles para los niños y los hombres de corazón puro. Testigos impotentes que no pueden cambiar el curso de los acontecimientos, sienten una gran compasión por los seres humanos. Uno de ellos, decidido a conocer los sentimientos de los mortales, se enamora de una joven trapecista... (FILMAFFINITY)
17 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas películas han abordado el tema de los ángeles con tanta destreza y con un acierto tan perfecto como en “Wings of desire”. Win Wenders usa la dualidad entre dos mundos: el terrenal y el espiritual (en el terrenal están los vivos y en el espiritual los ángeles, quienes solos se comunican entre ellos). Es un drama que podría catalogarse como fantasía, dependiendo del punto de la subjetividad de quien lo analice, pues para los religiosos es un drama y para los ateos fantasía.
Tenemos a tres protagonistas: a Bruno Ganz (un ángel), Marion (una trapecista) y Peter Falk (en horas bajas, tras muchos años después de su éxito, en un país lejano como Alemania, donde todavía la gente le reconoce por su mítico papel en “Colombo” aquella mítica serie).
El ángel se mueve con total libertad por el mundo de los vivos pasando inadvertido, ni siquiera cuando la gente le mira le ve, no tiene contacto físico con nadie, eso es lo negativo que tiene la positividad de la vida eterna de los seres celestiales. Marion es una chica francesa que vive del circo pero no tiene un hogar fijo, ni trabajo fijo, está hecha un lio y no sabe dónde acabara o donde le pondrá la vida. Peter (Colombo) es un estadounidense que viaja a Berlín a grabar una película bélica en la que él es la mayor estrella.
Tenemos a tres protagonistas: a Bruno Ganz (un ángel), Marion (una trapecista) y Peter Falk (en horas bajas, tras muchos años después de su éxito, en un país lejano como Alemania, donde todavía la gente le reconoce por su mítico papel en “Colombo” aquella mítica serie).
El ángel se mueve con total libertad por el mundo de los vivos pasando inadvertido, ni siquiera cuando la gente le mira le ve, no tiene contacto físico con nadie, eso es lo negativo que tiene la positividad de la vida eterna de los seres celestiales. Marion es una chica francesa que vive del circo pero no tiene un hogar fijo, ni trabajo fijo, está hecha un lio y no sabe dónde acabara o donde le pondrá la vida. Peter (Colombo) es un estadounidense que viaja a Berlín a grabar una película bélica en la que él es la mayor estrella.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La estética es digna de un pintor, pues la fotografía es impecable y el montaje muy agradable a la vista (no es de extrañar que Win Wenders se dedicase al óleo en su temprana juventud, antes de descubrir que su arte predilecto era el cine). El modo de grabación fue un poco extraño pero certero, sin un guion establecido, Win salió a grabar planos a los que más tarde añadiría voz en off, con los pensamientos de los actores o poemas escritos o bien por él, o por Peter Handke. El uso del color y del blanco y negro varía dependiendo de las personas que aparecen en pantalla.
La eternidad espiritual de los ángeles es retratada bastante bien, pues la eternidad como la propia palabra indica, es un periodo de tiempo demasiado largo, tanto, que Bruno Ganz se plantea cruzar el límite entre los dos mundos (terrenal y espiritual). Y lo consigue ¿Por qué? Porque si en esta película los ángeles existen, los milagros también existen.
Los destinos de Marion y Bruno se entrecruzan en un concierto de Nick Cave. Bruno ya conocía a Marion de escucharla, entenderla y animarla cuando ella estaba un poco deprimida en sus últimos días en el circo. Marion jamás vio a Bruno porque él pertenecía al mundo espiritual, pero en la última escena pese a que fuesen “desconocidos”, ella le abre sus puertas, confía en él, acertando, pues si podemos confiar en alguien es en un ángel. En la última imagen se lee “TO BE CONTINUED” y ojalá sea cierto, sería un gran acierto seguir esta saga, las obras que hace a día de hoy Win Wenders no están al nivel de “Wings of desire”, por supuesto, ya que se trata de una película que se sitúa tan alta en el podio, que incluso roza el cielo con sus dedos (y al mismísimo dios).
La eternidad espiritual de los ángeles es retratada bastante bien, pues la eternidad como la propia palabra indica, es un periodo de tiempo demasiado largo, tanto, que Bruno Ganz se plantea cruzar el límite entre los dos mundos (terrenal y espiritual). Y lo consigue ¿Por qué? Porque si en esta película los ángeles existen, los milagros también existen.
Los destinos de Marion y Bruno se entrecruzan en un concierto de Nick Cave. Bruno ya conocía a Marion de escucharla, entenderla y animarla cuando ella estaba un poco deprimida en sus últimos días en el circo. Marion jamás vio a Bruno porque él pertenecía al mundo espiritual, pero en la última escena pese a que fuesen “desconocidos”, ella le abre sus puertas, confía en él, acertando, pues si podemos confiar en alguien es en un ángel. En la última imagen se lee “TO BE CONTINUED” y ojalá sea cierto, sería un gran acierto seguir esta saga, las obras que hace a día de hoy Win Wenders no están al nivel de “Wings of desire”, por supuesto, ya que se trata de una película que se sitúa tan alta en el podio, que incluso roza el cielo con sus dedos (y al mismísimo dios).