Esta película es de una excelencia suprema, con dos temas vigentes hoy en día, a pesar de los casi sesenta años desde su realización: la violencia doméstica y la locura, ambas representadas por Stanley y Stella (por la primera) y Blanche (por la segunda).
Los cuatro actores están ESPLÉNDIDOS Y SOBERBIOS, y tampoco se quedan atrás los secundarios, buenísimos todos también.
También me gustaría decir que la he visto dos veces en el cine, una por la tarde (hace ya tres años) y otra por la noche (ayer mismo), y he salido más "fastidiado" ayer, y pienso que ha sido también porque estoy preocupado por la crisis económica en España y ver una película desgarradora ha hecho que salga casi con lágrimas en los ojos, sobre todo por Blanche, una mujer soñadora en un mundo de fieras, que de eternas ilusiones vivía y terminó muriéndose en vida, de una forma injusta, pienso que si se hubiera casado con Mitch, su vida hubiese cambiado a mejor.
En cuanto a Vivien Leigh, creo que ha sido el papel de su vida, por encima de Scarlett O´Hara, y ninguna otra actriz ha logrado igualarla (Jessica Lange era más guapa pero le faltaba el histrionismo que pide el papel de Blanche).
Marlon Brando, soberbio, soberbio y soberbio, hasta da miedo verlo tan guapo, tan salvaje, tan ordinario, tan maleducado, tan barriobajero... En fin, cuando veo algo de "Un tranvía llamado deseo" inmediatamente pienso en Vivien, Marlon y nadie más.