¡Que fiesta de cumpleaños más rara que tiene la pobre niñita de la película¡: un hombre cincuentón, sus dos monigotes excéntricos y Pepito Grillo rondando por la habitación. ¿Nadie se ha preguntado dónde están los padres de la criatura el día de su cumple? ¡Qué esperpento!
Lo que está claro es que Disney tenía que sacar una peli y no sabía como. Entonces a algún ingenioso guionista se le ocurrió hacer un popurrí y contar un par de historias que, aunque no tienen nada que ver la una con la otra, son bastante graciosas y entretienen lo suyo. La de Bongo mola por Bongo y la de Mickey mola por Donald.