Estoy desconcertado con esta película. Si nos ceñimos al argumento de Good nos encontraríamos ante un biopic de género, sencillo y posiblemente competente gracias a la presencia siempre interesante de Viggo Mortensen. Pero en realidad es algo más complejo.

Con un look algo mediocre y desconcertante en forma de alucinaciones musicales pretende dar pequeñas dosis de ética, valores y el desencanto generacional pero con una dinámica demasiado pausada y poco consistente.

Lenta y en ocasiones demasiado redundante nos encontramos con que la interesante premisa inicial se desvanece como una nube de humo sin ser conscientes de si el problema recae en la adaptación de una obra de teatro a la gran pantalla sustituyendo talento por escenarios o si simplemente la historia no funcionaba desde el principio.