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Voto de LouReed:
6
6,4
48.054
Bélico. Drama
Autobiografía del marine SEAL Chris Kyle, un tejano que batió el récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano. Kyle fue enviado a Irak con la misión de proteger a sus compañeros. Su puntería y precisión milimétrica salvó incontables vidas en el campo de batalla, por lo que se ganó el apodo de “Leyenda”, pero la noticia de sus hazañas llegó hasta las filas enemigas. Se puso precio a su cabeza y se convirtió en ... [+]
23 de marzo de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva película de Clint narra la vida de un notable francotirador, que a lo largo de su servicio al ejército norteamericano, ostenta el dudoso honor de ser el más letal de su historia. 182 muertos certificados , en unos 1000 días de servicio, divididos estos días en diferentes campañas, que Clint utiliza en su narración cinematográfica para orquestar la película en cuatro actos, cuatro campañas de guerra, con sus respectivos retornos al hogar. Aquí vemos la evolución de los personajes, es decir, el desarrollo de su relación matrimonial. En realidad sus relaciones no avanzan mucho, más allá de embarazos, y niños creciendo. Nuestro francotirador, “La leyenda” como le llaman sus compañeros, es víctima de la pasión que dirige su vida, y donde reposa su mayor talento: matar. La película nos cuenta por medio de flashback, de donde proviene esta naturaleza, que pretende ser noble. Él es un espíritu que se piensa “perro pastor”, él es un cuidador de su país y de sus compañeros. Él quiere defender algo en lo que cree firmemente. Así, matar, se convierte en su verdadero talento y pasión. Una pasión absorbente que le mantiene alejado de su familia, sobre todo cuando esta junto a ella. Siempre inmerso en sus ensoñaciones de guerra, absorbido por el eco de los tiros, y añorando, en realidad, una nueva campaña, un nuevo disparo con su fusil, seguir protegiendo al mundo a golpe de gatillo.
Durante el desarrollo de la película, tenemos la sensación que se hace cada vez más evidente, de que conocemos ya esta historia. Desde la frialdad de la narración vemos violencia y guerra, donde como siempre la vida norteamericana vale por 100 o por 1000 vidas de los demás. La película está bien realizada, y tal vez se acerque en su tono a la psicología de su personaje, un tipo que en su ingenuidad pueril, resulta frío y distante, y auto conmovido por su faceta de héroe, dónde nunca se atreve a cuestionarse la verdadera naturaleza y el sentido de sus actos. Matar para él, es dogma de fe. El actor, más seco que un palo, siempre lleva cada pelo de su barba perfectamente recortado. Él siempre está un paso por encima de los demás, que para eso él es el perro guardián, el pastor, que defiende a sus ovejas y dispara a los “malos”—así los llaman muchas veces durante la película—, ya sean estos mujeres, niños o ancianos. Ya sea irrumpiendo en las casas de las familias a golpe de culata de fusil. La película se cuida de no dar explicación alguna en cuanto a las misiones que les son encomendadas, no se explica en absoluto, el conflicto bélico en el que están inmersos ni el desarrollo del mismo. El espectador lo vive como su personaje, ajeno a cualquier lógica más allá del siguiente y necesario disparo. La motivación del personaje también se sustenta, en unas breves imágenes del 11S y a ese antiguo recuerdo de su padre, donde los hombre se dividen en lobos (los malos), ovejas (casi todos) y perros pastores (los héroes como él). En fin, una historia fría en su absurdo, que a mí me deja frío y ligeramente aburrido.
Durante el desarrollo de la película, tenemos la sensación que se hace cada vez más evidente, de que conocemos ya esta historia. Desde la frialdad de la narración vemos violencia y guerra, donde como siempre la vida norteamericana vale por 100 o por 1000 vidas de los demás. La película está bien realizada, y tal vez se acerque en su tono a la psicología de su personaje, un tipo que en su ingenuidad pueril, resulta frío y distante, y auto conmovido por su faceta de héroe, dónde nunca se atreve a cuestionarse la verdadera naturaleza y el sentido de sus actos. Matar para él, es dogma de fe. El actor, más seco que un palo, siempre lleva cada pelo de su barba perfectamente recortado. Él siempre está un paso por encima de los demás, que para eso él es el perro guardián, el pastor, que defiende a sus ovejas y dispara a los “malos”—así los llaman muchas veces durante la película—, ya sean estos mujeres, niños o ancianos. Ya sea irrumpiendo en las casas de las familias a golpe de culata de fusil. La película se cuida de no dar explicación alguna en cuanto a las misiones que les son encomendadas, no se explica en absoluto, el conflicto bélico en el que están inmersos ni el desarrollo del mismo. El espectador lo vive como su personaje, ajeno a cualquier lógica más allá del siguiente y necesario disparo. La motivación del personaje también se sustenta, en unas breves imágenes del 11S y a ese antiguo recuerdo de su padre, donde los hombre se dividen en lobos (los malos), ovejas (casi todos) y perros pastores (los héroes como él). En fin, una historia fría en su absurdo, que a mí me deja frío y ligeramente aburrido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Vamos a pensar un poco en los detalles. Nuestro protagonista, primero es un jinete de rodeo, pero anda un poco desmotivado y necesita algo más en su vida. Vemos la separación de su anterior pareja, que parece importarle un rábano, más allá de quedarse tranquilo con su hombría dándole un par de hostias a su amante cuando les sorprende. La secuencia de cuando conoce a su nueva mujer, es totalmente tópica. Vamos, es de película, y no tiene nada de especial, más allá de lo extraordinario e increíble que resulta, pedir Whisky, Jameson, Whisky irlandés, por cierto, qué raro que no sea bourbon. Aquí supongo que hay dinero de por medio, publicidad. Pues nada, tras cuatro frases, piden whisky, y le dice al camarero que deje la botella, supongo que para que cuadre el anuncio. Qué fácilmente encuentran mujer estos americanos, y soldados, ¿qué mujer quiere casarse con un soldado y va a un bar de soldados? Eso abría que preguntárselo a los soldados de nuestro país, que seguramente saben mucho más de casas de putas que de locales así. En fin, la película, para mi resulta anti belicista, pero para el pobre diablo que vive en las profundidades de la mentalidad norteamericana más obtusa y sumergida en bandera, puede resultar una atractiva motivación que puede dejar a más de uno con un tiro entre ceja y ceja a miles de kilómetros de su hogar, defendiendo algo que está solo en su cabeza. O estaba. Al final, la película sorprende con su rápido y acertado final que cae como un telón, y luego sigue con el epílogo en base a imágenes plagadas de banderas y homenajes al héroe caído, a modo de paradoja, a manos de una de una de las ovejas que él pretende ayudar. Hay un aire lúgubre en todas esas imágenes, y aquí Clint anda fino en cuanto a sus ambiguas intenciones, que no se posicionan, y muestran un paisaje humano turbio y gris… Me olvidaba del francotirador del otro bando, que nutre la trama con esta rivalidad, se podría llamar, entre ambos asesinos. A mí me cae mejor el otro francotirador, el “malo”, que por supuesto, pierde ante “La Leyenda”. Por lo menos este lucha en su propio país, y defiende algo mucho más sencillo de comprender.