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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
8
Drama. Thriller Cuenta la historia de un triángulo amoroso entre un profesor de piano puritano y conservador, su esposa aparentemente ideal y la taciturna sirvienta de la casa. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El film Hanyo – The Handmaiden – La Criada (1960), del director Kim Ki-young, está considerado como uno de los mejores de la historia del cine coreano. Claustrofobia, melodrama y terror en una historia que transcurre en un hogar que tiene mucho de prisión.

Por Nicolás Bianchi

La carrera de Kim Ki-young en general y Hanyo en particular son una referencia para la actual generación de cineastas coreanos que han logrado expandir los públicos de una serie de películas que llegaron a la cima con la reciente consagración de Parasite en los Oscar. La versión restaurada del film, si bien conserva algunos defectos y mínimos saltos, permite apreciar una obra que despliega distintos dispositivos cinematográficos en pos del suspenso y la tensión.

El mundo en el que se desarrolla Hanyo es opresivo, en especial para las mujeres. Brevemente es necesario señalar que Corea del Sur por esos años fue gobernada por una dictadura que continuó rigiendo sobre el país y su población luego de la Guerra de Corea, concluida en 1953. Son años de autoritarismo y penurias económicas para la gran mayoría de los surcoreanos. La pesadez del ambiente se puede apreciar en una película en la que sus personajes jamás se encuentran en exteriores sino que están siempre encerrados. Está claro que se trata de personas que no son del todo libres.

Sobre todo con las mujeres, la sociedad coreana parecía ejercer una tutela permanente. Hanyo comienza en una fábrica, donde dos trabajadoras deben optar si, una vez finalizada la jornada, toman lecciones de música o de deportes. Optan por lo primero, por lo que pasan a integrar la clase del profesor Kim (Jin Kyu Kim), protagonista central de la película. La pesadez en el ambiente está presente desde la primera secuencia. Una de ellas se enamora del profesor y le escribe una carta que deja sobre el piano. Cuando Kim la encuentra, la delata con las autoridades de la fábrica que la suspenden por varios días.

La otra muchacha comienza a tomar clases particulares en el hogar de Kim. Allí su mujer, la señora Kim (Jeung-nyeo Ju), lleva un embarazo y trabaja en la máquina de coser hasta que se queda dormida sobre ella. La familia necesita ingresos para continuar con las reformas de la casa que está a medio construir. Recientemente, y con mucho esfuerzo, se mudaron allí. Tienen la vivienda más linda del barrio, según se escucha decir en algún momento. La posición social, y su manutención, también es otra de las claves históricas del cine coreano.

Del interior de la fábrica la narración pasa a instalarse al interior del hogar de los Kim. Allí también viven sus dos hijos, un varón, el más chico, un tanto inquieto y travieso, y una niña, unos años más grande, que anda en muletas porque sufre una enfermedad que no se menciona. Cuando intenta subir las escaleras de la casa su padre la insta a que se esfuerce, al punto que la niña cae rendida. El esfuerzo hasta llegar al punto del agotamiento está presente tanto en la madre que se rinde frente a la máquina de coser como a la pequeña que debe lidiar con su discapacidad sin ningún tipo de ayuda.

Hasta aquí el tono de la película es de cierto melodrama o drama familiar. El terror se adelanta en un par de tomas que cuentan la presencia de ratas en la cocina de la casa. Como la madre trabaja al punto de la extenuación, no da abasto con las tareas domésticas, lo que se encarna en la aparición de los roedores. Por ello el señor Kim le pide a la muchacha que toma clases de piano que le consiga una criada.

La recomendada va a ser Myung-sook (Eun-shim Lee), una joven y atractiva mujer que pasa a instalarse en la casa de los Kim. A partir de este momento la película comienza a descender en un clima de claustrofobia y terror que va a estar dado por el deseo de la criada por el señor Kim. El componente erótico del film está muy presente y se centra en cómo los distintos personajes femeninos (las alumnas, la criada, su esposa) se desesperan ante la posibilidad de ganar o perder la compañía del protagonista masculino. Basada en una amenaza que podría llevar a Kim a perder su trabajo, y por lo tanto su casa y su estatus social, la criada comienza a desintegrar el hogar familiar.

Del drama al terror, el director Kim lleva una historia tensa que provoca ciertas reverberaciones en cuanto al presente que se desarrolla. En definitiva se trata de una serie de personajes que están encerrados, tanto en un lugar físico, como en roles que no pueden romper. Ante la más mínima rajadura todo queda en peligro de derrumbe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Golo Cine
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