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Voto de El Golo Cine:
4
6,5
69
Drama
Una estudiante muy popular, que finge tener cáncer, lucha por mantener en secreto su mentira. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2021
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una pregunta que White Lie (2019), película canadiense de los directores Yonah Lewis y Calvin Thomas, deja sin responder. Una joven simula una grave enfermedad para conseguir una beca y dinero, pero su padre desconfía de lo que sucede.
Por Nicolás Bianchi
La provocación debería requerir un esfuerzo extra de quien la realiza. Si se va a contar una historia sobre una joven que simula tener cáncer, lo cual puede ser tomado como un insulto para quienes sí padecen o padecieron la enfermedad, todo debería estar ajustado y sostenido hasta el último detalle. Es más, si encima el punto de vista de la película va a llevar a que el espectador en algún momento empatice con ese personaje, que lleva adelante una canallada, debería haber una base sólida que sostenga semejante requerimiento.
White Lie comienza con Katie (Kacey Rohl) afeitándose la cabeza meticulosamente frente al espejo. Katie dice tener un cáncer, a partir de un melanoma que ya le extrajeron, y supuestamente cursa ahora una ronda de quimioterapia. Por eso su supuesta calvicie. A partir de esa mentira la joven aspira a conseguir una beca para seguir sus estudios y dinero en sitios de crowdfunding (aquellos en los que usuarios contribuyen con una pequeña suma a alguna causa o proyecto que les parece justo).
Por Nicolás Bianchi
La provocación debería requerir un esfuerzo extra de quien la realiza. Si se va a contar una historia sobre una joven que simula tener cáncer, lo cual puede ser tomado como un insulto para quienes sí padecen o padecieron la enfermedad, todo debería estar ajustado y sostenido hasta el último detalle. Es más, si encima el punto de vista de la película va a llevar a que el espectador en algún momento empatice con ese personaje, que lleva adelante una canallada, debería haber una base sólida que sostenga semejante requerimiento.
White Lie comienza con Katie (Kacey Rohl) afeitándose la cabeza meticulosamente frente al espejo. Katie dice tener un cáncer, a partir de un melanoma que ya le extrajeron, y supuestamente cursa ahora una ronda de quimioterapia. Por eso su supuesta calvicie. A partir de esa mentira la joven aspira a conseguir una beca para seguir sus estudios y dinero en sitios de crowdfunding (aquellos en los que usuarios contribuyen con una pequeña suma a alguna causa o proyecto que les parece justo).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Las cosas comienzan a complicarse cuando las autoridades de la universidad le piden que remita su historia clínica, que debe estar avalada por un médico. White Lie se inicia cuando Katie ya está en medio de su engañoso plan por lo que no se sabe qué hizo antes o con qué recursos cuenta. Una cosa es sacarse selfies para postear en las redes sociales con cara de compungida y otra más difícil es obtener documentos que prueben algo que no existe, su cáncer.
El segundo golpe que recibe Katie se lo propina su padre Doug (Martin Donovan), quien no cree en lo que su hija dice padecer. Allí se introduce algún tipo de antecedente para lo que hace la joven protagonista. Su madre se suicidó cuando ella era una estudiante de secundaria y Katie durante algún tiempo fingió una enfermedad para no tener que ir al colegio.
Mientras tiene que realizar varias peripecias para conseguir documentos falsos que prueben el mal que no tiene, Katie además comienza a ver como su armazón de mentiras es amenazado y su entorno más cercano comienza a desconfiar de ella. Su novia Jennifer (Amber Anderson) es su relación más preciada y cuando empiece a desconfiar el mundo de Katie entrará verdaderamente en crisis.
White Lie está bien actuada y correctamente filmada. Su comentario social, a partir de la historia que presenta, es problemático. No queda claro si se trata de exponer la levedad con la que las causas supuestamente solidarias se tratan en tiempos de redes sociales, la victimización como un derivado de la mitomanía, un poco de las dos cuestiones o quizás alguna otra que escape a estas líneas. La película está construida de manera tal para que en algún momento el espectador quiera que Katie, al menos, zafe.
Al no haber prácticamente ninguna referencia sobre la vida anterior de la protagonista no es posible establecer una comparación. En el presente del relato Katie es socialmente exitosa y muy querida. ¿Es solo por el cáncer que finge? ¿Todo se basa en la lástima? ¿De qué manera fracasó la muchacha para hacer eso que está haciendo? ¿Lo hace por algún otro motivo?
En definitiva, White Lie, más allá de algunos méritos cinematográficos, es un largo retrato de una actitud vil y fraudulenta que parece pensada como una provocación, solo para llamar la atención e incomodar con un tema sensible. En parte es similar a lo que hace la protagonista del film.
El segundo golpe que recibe Katie se lo propina su padre Doug (Martin Donovan), quien no cree en lo que su hija dice padecer. Allí se introduce algún tipo de antecedente para lo que hace la joven protagonista. Su madre se suicidó cuando ella era una estudiante de secundaria y Katie durante algún tiempo fingió una enfermedad para no tener que ir al colegio.
Mientras tiene que realizar varias peripecias para conseguir documentos falsos que prueben el mal que no tiene, Katie además comienza a ver como su armazón de mentiras es amenazado y su entorno más cercano comienza a desconfiar de ella. Su novia Jennifer (Amber Anderson) es su relación más preciada y cuando empiece a desconfiar el mundo de Katie entrará verdaderamente en crisis.
White Lie está bien actuada y correctamente filmada. Su comentario social, a partir de la historia que presenta, es problemático. No queda claro si se trata de exponer la levedad con la que las causas supuestamente solidarias se tratan en tiempos de redes sociales, la victimización como un derivado de la mitomanía, un poco de las dos cuestiones o quizás alguna otra que escape a estas líneas. La película está construida de manera tal para que en algún momento el espectador quiera que Katie, al menos, zafe.
Al no haber prácticamente ninguna referencia sobre la vida anterior de la protagonista no es posible establecer una comparación. En el presente del relato Katie es socialmente exitosa y muy querida. ¿Es solo por el cáncer que finge? ¿Todo se basa en la lástima? ¿De qué manera fracasó la muchacha para hacer eso que está haciendo? ¿Lo hace por algún otro motivo?
En definitiva, White Lie, más allá de algunos méritos cinematográficos, es un largo retrato de una actitud vil y fraudulenta que parece pensada como una provocación, solo para llamar la atención e incomodar con un tema sensible. En parte es similar a lo que hace la protagonista del film.