Palmeras en la nieve.

Una película que habla como el pasado y la historia al igual que nuestras raíces, condiciona nuestras relaciones y la manera en la que somos, Clarence una joven preocupada por los delirios de su tío Killian, decide ir a Guinea Ecuatorial para buscar respuestas, pero la verdad de esta historia es un tanto trágica, cuando Killian era jóven, trabajó en una plantación de cacao con su familia donde conoció a Bisila la chica que nunca dejaría de amar incluso cuando la política, la sangre y el tiempo estuviesen en contra de ellos.

En esta historia quedan escenificadas las vidas bubi y burguesa cuando Guinea Ecuatorial era una colonia española (Guinea española). España no tuvo un gran imperio africano, en la etapa imperialista pero entre sus pocos territorios poseídos se encontraba Guinea Ecuatorial que durante 30 años, sus cultivos de cacao fueron explotados para el beneficio de la economía española. Hasta que el 12 de octubre de 1968 durante el gobierno de Francisco Franco, se proclamó como un país independiente apoyado por las Naciones Unidas. Todo este contexto histórico queda bien reflejado en la película, vemos las diferencias entre blancos y negros, porque aunque muchos de ellos se llevaban bien entre sí, siempre salía a la luz la crueldad de los trabajadores blancos de la plantación al tratar a los guineanos nativos, además una de las escenas más duras representa, como afectó la independencia del territorio a los españoles, que fueron expulsados y repudiados por el país.
La trama también se divide en el presente, cuando Clarence viaja hasta la actual Guinea Ecuatorial y conoce la belleza del país.

Esta película fue grabada en las Palmas de Gran Canaria, concretamente en la Finca Osorio dentro del parque rural de Doramas, propiedad del Cabildo de Gran Canaria. En la que fue recreada una plantación de cacao de la época de la Guinea Española: la finca de cacao Sampaka.

Los dos personajes que personalmente centran esta historia son, Clarence (sobrina de Killian), que escenifica el presente y el propio Killian escenificando el pasado (los 50). Clarence, es una jóven valiente, que no teme enfrentarse a la verdad y perseguirla por muy difícil que sea. Killian a su vez, dejó su vida y sus creencias por amor Bisila le dio la vuelta a su mundo y a todo lo que él daba por sentado se convirtió en alguien que no permitía injusticias y que lo daría todo por su nueva familia.

Me ha sorprendido el tratamiento de la historia, pues la chicas de los años cincuenta no besaban a los hombres cuando se presentaban como en el caso de Julia la amiga de la familia, en aquella época se tendía la mano y las actitudes de las muchachas decentes se acercaba mucho a la mojigatería, sin reivindicar jamás actitudes similares a las mantenidas por el género masculino en cuanto a formas y maneras. Por lo demás creo que contiene la esencia y lo necesario para sentir que la historia tiene un hilo histórico sustancial.

Me parece una película verdaderamente bella y emocionante, es difícil que unos sucesos tan duros y violentos queden escenificados en un contexto tan hermoso ya que a la vez que te emocionas de tristeza te sumerges en la belleza de los paisajes y de la historia. Esta película debería haber sido una serie ya que considero que la historia tenía mucho más potencial por explotar pero la duración del largometraje me parece excesivo y puede hacer que el espectador se termine desconectando de la trama.