(Advertencia inicial: no me gusta ni Q.T. ni la mayor parte de sus películas. Si tuvieron frescura u originalidad en algún momento, considero que hace ya muchos años que la perdieron. En este documental se sugiere que su cine es pura “incorrección política”, y puede que hoy en día no haya nada más comercial, complaciente y políticamente correcto que una película de Tarantino. Advertidos quedáis, Quentin lovers)

Muchísimas mujeres y muchisisísimos hombres desean fervientemente hacerle una felación a Tarantino. Quieren estar cerca de él, porque es sinónimo de éxito de público, aun cuando fracasa. Todos los que salen hablando haciéndole la pelota de forma enervante al señor Q (con particular fetiche en el caso de Eli Roth, cuya fijación por él raya en lo enfermizo y sobrepasa lo patético) son unos cínicos y unos farisesos. Han trabajado en la industria y no quieren dejar de hacerlo, y se les nota.

Miré cuánto le quedaba a la cosa, y vi que no iba ni por mitad, y para entonces ya habían dicho la palabra ‘genial’ más de 200 veces (hablo puto en serio).
Me fui a mear y decidí no pausar la reproducción. Cuando volví, todos seguían diciéndose unos a otros lo geniales que eran: ‘Uoo Leo estuvo genial’, 'Uaa Samuel estuvo genial', 'Ohh Quentin es el más genial’.
He visto otros documentales donde unos ignorantes que no tienen nada más interesante que decir, repasaban tal escena y tal otra de tal película, como si no las hubiéramos visto. Lo que pasa es que ninguno trataba exclusivamente sobre un tipo tan exageradamente encumbrado, tan religiosamente venerado.

Este repelente y peñazo documental por supuesto no osa sugerir que alguna de sus películas pueda ser una auténtica mierda, como DEATH PROOF. Es más, el piojoso crítico al que traen llega a soltar el disparate de que esa basura es “feminista". O sea, una película que se hizo con el intencional propósito para la mayor gloria del pajote de Quentin, lleno de tías buenas meneando el culo, comportándose como strippers y diciendo frivolidades estúpidas ahora resulta que es feminismo. Que esa es otra, bastante triste llevar a un crítico para “legitimar" toda la limpieza de sable verbal que le hacen a este hombre.

Tampoco llevan a alguien un poco más objetivo que se atreva a decir que Quentin Tarantino es tan inmaduro que al final siempre acaba boicoteando sus propias películas en pos de una banal ovación final (cosa que sucede en sus últimos cuatro films, clamorosamente en ÉRASE UNA VEZ). Al menos sí tienen el decoro de hacer mención de su cagada con Uma Thurman y el accidente en el set de KILL BILL.

Para colmo de cinismo e hipocresía asquerosa, el documental se posiciona a favor del “metoo”. Estos son los típicos que se pasan toda la vida besándole el culo al pederasta Woody Allen para ver si así consiguen sus favores. Qué falsedad de todo. Es el documental más falso que jamás he visto. Ni en España he visto una escoria así.

Y para terminar, un mensajito a los que mencioné en el primer párrafo, los Quentin lovers: si os ha molestado esta crítica, significa que os queda mucho cine por ver. Empezad por Otto Preminger; seguid con Kenji Mizoguchi; y rematad con José Luis Sáenz de Heredia. Hala, ya tenéis deberes.