El mejor cineasta vivo hace uno más de sus experimentos y le sale el mejor film de lo que llevamos de siglo. Godard es el director que mayores innovaciones ha aportado al cine, aunque sus historias no sean una exploración de los sentimientos humanos, fin primer y último del séptimo arte.
Rueda en 3 D a una pareja, ambos desnudos, que hablan del estado de las cosas, pese a que la comunicación hoy es imposible. El cineasta suizo, heredero del estructuralismo, de Lacan, de Wittgenstein, se empeña en que el cine ha muerto lo cual seguramente sea cierto, pero a la vez él es el único que consigue que reviva. Podría estar acompañado en su tarea por Erice, pero no lo dejan, no lo dejamos.
Se puede disfrutar de esta joya rupturista y atrevida en la espera de tiempos mejores.