Reconozco que la película tiene algunos de los tics que podemos ver con frecuencia en la no muy brillante filmografia de Mel Brooks. Incluso tiene momentos casi grotescos (como la escena al comienzo con los dos protagonistas y su "mantita"), pero tiene también momentos simpáticos y, sobre todo, buena música y números musicales atractivos. Además, solo por ver la larga e impagable representación de "Primavera para Hitler", que con mucho, es lo mejor de la película, ya vale la pena verla.
Es una lastima que, como en tantas otras, Mel Brooks se desmadre en esta película y no haya logrado alcanzar la calidad de su mejor película, "El jovencito Frankenstein".