La película entretiene pero no aprovecha el escenario. La luz es fabulosa y los paisajes se quedan bastante cortos, están muy desaprovechados. La Rampling, en plan místico, como siempre, porque si no, no sería ella. La Sagnier, haciendo demostración de cuerpo, que por cierto hay una colega por ahí que dice que los pechos son artíficiales y que están rellenos de silicona... ¡Y qué más da! Si las tetas son al contrario que los plátanos: lo importante es lo de fuera...
Me falta mucho desarrollo de personajes en la película. Creo que hay un muestrario que se nos enseña, pero de los que no nos enteramos de nada.
Se deja ver, pero cabrea. De todos modos, vale como experiencia.