Hace muchos años, viendo una peli de ciencia ficción, cuando el malo malísimo encantador estaba a punto de matar al bueno atormentado en lo alto de una azotea, el primero soltaba esta frase, después de haber estado persiguiendo durante 20 minutos del metraje al otro. Y me las hizo pasar putas.

Exactamente esa frase, es lo que el director y guionista ha querido contar en esta historia. El miedo a salir a la calle, cruzar la acera, acercarte a comprar "el jueves" y regresar a casa un Domingo por la mañana nublado a pasar todo el día en la cama con tu chica. Ese miedo del que no conozco en absoluto.

Creo que consigue transmitir el miedo y la angustia de un amenazado por ETA, o de alguien apestado y marcado por la sociedad. Puede que tenga momentos que rocen el patetismo, como ese accidente de los etarras en coche, alguna conversación en las comidas y cierta muerte. También tiene momentos nada creíbles. Pero desde luego, que cumple en su función de transmitir la paranoia, el miedo, estrés y la sensación de estar espiado en todo momento.
También es de destacar el miedo y el silencio cómplice de los compañeros de Coronado. Esto puede parecer cierto maniqueísmo, pues si pensamos en los personajes como estereotipos, podríamos hacer una radiografía del País Vasco, y los amigos resultarían ser los nacionalistas como el PNV o EA, siendo Coronado un no nacionalista vasco. Y para no causar problemas, ponen a uno de esos amigos como el único que le apoya con la boca pequeña en algunos momentos.

La parte del etarra amnésico no funciona la mayor parte del tiempo. Pero tiene buenas escenas, como es alguna conversación con el cura, o el final de la peli. A destacar cuando Coronado asiste a la policía, y estos explican como opera ETA.

Creo que debe de ser tenido en cuenta la ideología de los guionistas a la hora de abordar este problema. A riesgo de parecer simple, puede entenderse como una visión con las gafas de "izquierda", que acusa al nacionalismo vasco de silencio, de manera muy poco contundente, y que por encima de todo deja bien claro que el enemigo de todos es ETA.

Para terminar, dicen las malas lenguas, que el rodaje de la película fue un particular infierno para Manuel Gutiérrez, que tuvo cientos de problemas con autoridades, con el entorno de ETA y con la incomprensión y silencio de mucha gente. Según tengo entendido, el simple making off de la peli podría ser un gran documental sobre la situación actual en el País Vasco.