A Bout Of Souffle es una muestra de una manera de hacer cine, impulsada por la Nouvelle Vague, que revolucionó el lenguaje cinematográfico.

Una notable opera prima de Jean-Luc Godard, adscrita al movimiento iniciado por Los 400 golpes de François Truffaut (ganadora del premio al mejor director en Cannes 1959). Godard se une así a la corriente que surgió en Francia, cuando un grupo de críticos (de la mítica revista Cahiers de cinema) se pasaron a la dirección. Bajos presupuestos, interpretaciones naturalistas, innovación en encuadres, montaje sincopado, cortes abruptos, uso del sonido, iluminación natural, exteriores...

La película tiene una sencilla trama (cercana a un Thriller) a partir de una historia del propio Truffaut. A reivindicar que el film, es lo que es, en gran medida, gracias a su director de fotografía (Raoul Coutard) y a las interpretaciones de Belmondo y Jean Seberg.

A ojos de un espectador del siglo XXI, es imposible apreciar lo que supuso de rompedor y transgresor. El film ha envejecido mal (sus supuestas innovaciones están más que superadas), pero aún conserva parte de su encanto, como muestra del cine de una determinada época.